
Teodomiro, obispo de Iria Flavia, descubre el sepulcro de Sant Yago, apóstol del Señor.
Corría el año de gracia 813.
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(El Santo Sepulcro de Jerusalén, D. Roberts).
Jaime o Santiago es un testigo de Cristo Resucitado.
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El 25 de julio es fiesta de guardar. Esta fecha aparece en algún calendario mozárabe, si bien, en los libros visigóticos Santiago es recordado, sobre todo, el 30 de diciembre.





«Venga a nosotros tu Reino» y… con silla a tu derecha e izquierda como Santiago y Juan a petición de su madre, que ya le ve resucitado, antes de su anunciado «cáliz».
Atribulados en todo, apurados, mas no desesperados; perseguidos, derribados, llevando siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús; mas no aplastados, mas no desesperados, pero no abandonados, mas no aniquilados, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. (2 Co dispuesto en otro orden).
Un poco largo, pero merece la pena en el día de Santiago 2025.
O DEI VERBUM PATRIS ORE PRODITUM
Himno litúrgico del rito hispano para la Festividad del Apóstol Santiago del 30 de diciembre. Su fuente es el manuscrito GB-Lbl (Londres) Ms 30845, Liber misticus, Siglo X-XI, procedente de Santo Domingo de Silos, pero con origen en monasterio de San Millán.
El autor de este himno a Santiago fue un monje conocedor del oficio divino mozárabe, que fue la base de su inspiración poética. Aparece en él cristología ortodoxa muy propia de la disputa de Beato contra el adopcionismo de Elipando. Cristo como Verbo de Dios y Creador, nacido de la gloriosa Virgen y siendo hombre verdadero no puede ser sólo hijo adoptivo de Dios.
En el Comentario del Apocalipsis, Beato menciona que el apóstol Santiago es el evangelizador de España, lo cual refuerza su autoría sobre este himno compuesto entorno al año 785, que califica a Santiago “patrón de España”. Se trata del primer himno litúrgico pascual del rito mozárabe de España en honor de Santiago. Por lo que muestra un trasfondo de núcleo de resistencia teológica del convento de Santo Toribio de Liébana, frente a la presión ideológica por el desastre de la pérdida del reino visigodo a manos del islam en el año 711.
Un himno que constituye una vibrante propuesta de resistencia narrativa frente al reciente Emirato cordobés en situación de consolidación, instaurado el año 756 por el omeya Abderramán I +788, independiente de Bagdad. Es curioso que coinciden las fechas de este himno con el inicio de construcción de la primera mezquita de Córdoba, año 785, sobre la basílica visigoda de San Vicente, y la mítica plantación de la primera palmera en la península ibérica en el jardín de su palacio en Córdoba, de la que proceden todas las existentes.
El himno O Dei Verbum, que está formado por frases y conceptos tomados de su comentario al Apocalipsis, tiene un contenido que marca el antagonismo de Santiago frente a Mahoma y los musulmanes. Identificando como el Anticristo y la Bestia al emirato, y a Babilonia con Córdoba.
Aceptado el Apocalipsis en el año 382 por decreto de papa Dámaso I, en el año 633, el IV Concilio de Toledo presidido por San Isidoro de Sevilla +636, afirmó que el Apocalipsis era obra de Juan Evangelista. Beato quiso quizá honrar también a su hermano Santiago el Mayor, y hacer de los dos hijos de Zebedeo los vectores de los valores de la España resistente al islam.
Beato instaura un mito que habría de servir a la legitimación de la primacía de la sede arzobispal de Santiago respecto a Toledo, y de la consiguiente autonomía del reino cristiano de Asturias respecto del papa Adriano I de Roma y de Carlomagno en Aquisgrán, quienes ejercían su dominio sobre las sedes arzobispales hispanas.
El poema O Dei Verbum contiene un acróstico en el que Beato pide la protección divina para el piadoso rey Mauregato +789.
El texto comienza con Cristo como Verbo, creador y luz del mundo, hijo de María, rey y sacerdote, adornado con las doce piedras preciosas, los doce apóstoles, base de la nueva Jerusalén. En las doce horas del día brilla la luz de Cristo con los doce candelabros que dieron su testimonio en las doce partes del mundo. Entre ellos destellan Juan y Santiago, los dos junto a Cristo en la cena, uno recostado en su pecho. Ambos premiados en el cielo, el otro mediante el martirio.
Acrósticos, original latino y versión castellana sobre la traducción de Miguel C. Vivancos Gómez y de José Castro.
I
O O Dei Verbum, Patris ore proditum,
R Rerum creator et verum principium
A Autor perennis, lux origo luminis
E Enixus alvo gloriose Virginis
X Xriste, tu noster revera Emmanuel.
Oh Verbo de Dios, salido de la boca del Padre,
creador y verdadero principio de las cosas,
autor perenne, luz, origen de la luz,
Cristo, nacido del vientre de la Virgen gloriosa,
Cristo, tú eres en verdad nuestro Emmanuel.
II
R Rex et sacerdos, cui sacri lapides
E En ter quatermi onicinus, agates
G Gnitens berillus, zafirus, carbunculus
U Vel ametistus, sardius, topazius,
M Maragdus, iaspis, ligurius, crisolitus
Rey y sacerdote, en cuyo honor brillan
las doce piedras sagradas: ónice, ágata,
berilo, zafiro, carbúnculo,
también amatista, sardónice, topacio,
esmeralda, jaspe, ligurio y crisolito.
III
R Riteque, gemís sol dies duodecim
E Enitens horis, margaritis obtimis
G Gliscitque mundi iam fugatis tenebris;
E Et candelabro tibi superposito
M Micans lucernis bis senis Apostolis
El sol, resplandeciendo según lo establecido
en sus doce gemas, las horas, preciosas perlas,
se agranda para el mundo, ahuyentadas ya
las tinieblas, y los candelabros brillan para ti
sosteniendo las doce luminarias, los apóstoles.
IV
P Petrusque Rome, frater eius Acaie,
I Indie Tomas, Leui Macedonie
I Iacobus Iebus et Egipto Zelotes,
V Vartolomeus Licaon, Iuda Edisse,
M Mathias Iudee et Filippus Gallies
Pedro en Roma, su hermano en Acaya,
Tomás en India, Leví en Macedonia,
Santiago en Jerusalén, Zelote en Egipto,
Bartolomé en Licaonia, Judas en Edesa,
Matías en Judea y Felipe en Galia.
V
M Magni deinde filii tonitrui
A Adepti fulgent prece matris inclite
U Utrique vite culminis insignia
R Regens Ioannes dextram solus Asia
E Eiusque frater potitus Hispania
Grandes después los Hijos del Trueno,
brillan ambos por los ruegos de su ínclita madre,
habiendo alcanzado los honores de la dignidad,
guiando Juan diestramente solo con tu ayuda Asia,
y dueño su hermano de España.
VI
C Clari magistro clateri innoxia
A Adsciti, dextram pacis unus federa
T Tractus, sinistram alter in sententiam,
U Utrique regno bis electa pignora
M Mitridepoli properant ad gloriam.
Llamados al cáliz sin culpa del excelso maestro,
es llevado uno a su derecha por la alianza de paz,
el otro a su izquierda por el martirio;
ambos mitrados, doble prenda elegida para el reino,
corren a la gloria del cielo.
VII
A Adevectus inquam gloriosus premio
E Electus iste habitur martirio
X Xristi, vocatus Zebedei Iacobus,
A Apostolatum iure implens debito
U Victorque rapit passionis stigmata.
A la que fue transportado glorioso,
elegido para el premio dispensado del martirio;
este, por Cristo llamado Santiago de Zebedeo,
cumpliendo con éxito su apostolado,
arrebata victorioso los estigmas de la pasión.
VIII
D Divino quippe obsitus suffragio
I Idem magorum sontes iras demonum
C Coercens virus punit emulantium;
V Vivaxque demum stolis oraculum
I In signo detur, penitens cor credulum.
Aplastando él sin duda con la ayuda divina
la perniciosa ira de los magos reprime
y castiga el veneno de los envidiosos demonios;
y al fin, da al necio el oráculo vivificante y excelso
cuando se arrepiente un corazón creyente.
IX
P Perpluxus enum voti compos commodat
R Rima patenti aegro adminicula
O Optanti pandit fidel carismata
V Vexilla pacis ad salutis copiam
E Ensegue functus se communit gloria.
Habiendo, pues, alcanzado el equivocado su deseo,
él busca la ayuda para el enfermo que la pide,
muestra los carismas de la fe al que lo desea
con el signo de la paz para su completa salud,
y, muerto por la espada, se reconforta con la gloria.
X
O O vere digne sanctior apostole.
C Caput refulgens aureum Hispanie,
T Tutorque nobis et patronus vernulus,
U Vitando pestem esto salus caelitus,
O Omnino pelle morbum, ulcus, facinus;
Oh verdaderamente digno y muy santo apóstol,
resplandeciente y áurea cabeza de España,
protector nuestro y patrono coterráneo,
evitando desastres sé la salud que viene del cielo,
líbranos de la enfermedad, las plagas y el delito.
XI
A Adesto favens gregi pius creditor,
M Mitisque pastor gregi, clero, populo;
O Ope suprena ut fruamur gaudio,
R Regna potiti vestiamur gloria,
E Eterna per te evadamus tartarum.
Pastor bondadoso y manso, con el poder de lo alto
ayuda y protege a la grey a ti confiada, al rey, al clero,
al pueblo, para que disfrutemos de los gozos del cielo,
dueños del reino nos revistamos de gloria
y por ti escapemos del tártaro eterno.
XII
P Presta quesumus, trinitas potentia
R Replensque gloria cunctam solus macina,
E Eterna cuius laus et clementia.
V Virtus perennis ingens adest gloria
E Et honor iugis affatim in saecula.
Te pedimos, por el poder de la Trinidad,
tú que llenas toda la máquina del mundo,
a quien es debida eterna alabanza y clemencia,
la fuerza perenne, la gloria inmensa
y el honor perpetuo sin cesar por los siglos.
Acróstico
0 RAEX REGUM REGEM PIIUM MAURECATUM AEXAUDI CUI PROVE OC TUO AMORE PREVE,
Oh rey de reyes, escucha al piadoso rey Mauregato y préstale tu protección por tu amor.
La melodía para el himno O Dei Verbum, para la víspera de la fiesta de Santiago apóstol el 30 de diciembre, se basa en centones de las cantigas de Santa María números 81 y 189 de Alfonso X el Sabio, por su carácter inspirado en el canto gregoriano y con “vestigios populares asturianos”, según Higinio Anglés.
Eduardo Paniagua
Gracias! Es bonito ver esto.