Un comentario en «13 de mayo»

  1. Los cristianos perseguidos son la vida de la Iglesia.
    Su sangre es la sangre que circula por las venas de tu Iglesia, Señor, y la hace vivir, y hace latir su corazón.
    Les debemos la vida en Cristo.
    No les olvidemos nunca, son nuestro nexo de unión con Cristo que dio su vida por todos nosotros.
    Señor, no les abandones, protégeles.

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