Acontece algo…

Agnus Dei de Chagall en Reims

Celebramos la acción litúrgica por excelencia cada domingo en la Eucaristía. Convocamos en Madrid al Pueblo de Dios cada martes para la celebración en el antiguo Rito de la España goda. Pero, ¿nos damos cuenta de lo que «traemos entre manos»? He aquí un texto interesante para leer, pensar y sobre el que discutir:

 «La liturgia no es un show, no es un espectáculo que necesite directores geniales y actores de talento. La liturgia no vive de sorpresas “simpáticas”, de ocurrencias “cautivadoras”, sino de repeticiones solemnes. No debe expresar la actualidad, el momento efímero, sino el misterio de lo Sagrado.  Muchos han pensado y dicho que la liturgia debe ser “hecha” por toda la comunidad para que sea verdaderamente suya.  Es ésta una visión que ha llevado a medir el “resultado” de la liturgia en términos de eficacia espectacular, de entretenimiento.  De este modo se ha dispersado el proprium litúrgico, que no proviene de lo que nosotros hacemos, sino del hecho de que aquí acontece Algo que todos nosotros juntos somos incapaces de hacer.  En la liturgia opera una fuerza, un poder que ni siquiera la Iglesia entera puede conferirse: lo que en ella se manifiesta es lo absolutamente Otro que, a través de la comunidad (la cual no es dueña, sino sierva, mero instrumento), llega hasta nosotros».

1 comentario en “Acontece algo…

  1. «La liturgia no es un show, no es un espectáculo…»
    Está tan tipificada y llena de ritos, gestos y referencias gestuales y verbales que como secuencia posee escenografía de espectáculo de principio a fin. Los tres de Emaus y la última cena de Pascua de Jesús son la referencia, pero tambien está la cena del cordero del Apocalipsis. Los liturgistas la han fijado como un «drama catártico» entre otros significados. Exige vestuario de color cambiante y ciertamente anacrónico, aunque los hay unos mas sobrios que otros. Es un espectáculo aunque no se pretenda.

    «que necesite directores geniales y actores de talento». 
    En esto se juega la función de trasmisión del mensaje de la Palabra y la re-evangelización. Se arriesga la eficacia de la mediación humana, La buena pronunciación, la piedad y la veracidad del gesto y el tono. Si esto no es importante aunque no sea la esencia, habrá que esperar a la liturgia celeste de los ángeles. Somos humanos y en todo lo humano hay arte y finura.

    «La liturgia no vive de sorpresas “simpáticas”, de ocurrencias “cautivadoras”, sino de repeticiones solemnes.»
    Cierto, pero que no se diga que los tiempos litúrgicos no tienen mil detalles esperados: adviento, fiestas, cuaresma, pascua, etc.
    Repeticiones solemnes que evitan la «repeticion rutinaria». No solo como actitud interior sino despertando los «recursos cautivadores». Una caricia puede ser repetitiva o nueva cada vez.

    «No debe expresar la actualidad, el momento efímero, sino el misterio de lo Sagrado»
    Si, pero el kairos no es a despreciar. Lo sagrado y el Espíritu es inmanejable ni es fijable. ¿Porqué pedimos vibrar como si fuera la primera vez? Cada liturgia es única, es actual, no es efímera, es inabarcable, tiene fuerza salvadora irrepetible.

    «Muchos han pensado y dicho que la liturgia debe ser “hecha” por toda la comunidad para que sea verdaderamente suya.»
    Cuestión confusa en su planteamiento. La liturgia es comunitaria pues no están solo los que se reúnen. Ya sea el cura solo ( con toda la iglesia, la humanidad en su corazón y la comunión de los santos rodeándole), a ser 2 o 3.en «su nombre», a miles en procesión. Se exige la «comunión», o el deseo de comunión. Lo de que vamos en racimo y lo de que el mensaje es el amor al otro, no escapa ni un momento.

    «Es ésta una visión que ha llevado a medir el “resultado” de la liturgia en términos de eficacia espectacular, de entretenimiento.»
    Esto lo dejo para la sociología y cuantificación de los ecónomos de los movimientos, ordenes y comunidades medidoras de éxito social.
    Un templo vacío un domingo es síntoma de enfermedad comunitaria cristiana.

    «aquí acontece Algo que todos nosotros juntos somos incapaces de hacer.  En la liturgia opera una fuerza, un poder que ni siquiera la Iglesia entera puede conferirse»
    No decimos que Jesucristo es la cabeza de la Iglesia. ¿porqué le sacamos de esta reflexión? El Espíritu está en cada cristiano veraz y Cristo está en cada celebración litúrgica. Si hay sacerdote puede haber eucaristía palpable, comible… pero sin presbítero puede haber liturgia. La iglesia de la liturgia no es la iglesia sociológica. Sin el Espíritu actuando no hay nada.

    «lo que en ella se manifiesta es lo absolutamente Otro»
    Regalo generoso del amor del Padre, que manda a si mismo en su Hijo. Y esto es el Misterio, y para abordarlo (siguiendo las pistas que dejó Jesús) se va confeccionando el rito, necesidad humana para desvelar y ordenar matices todos importantes, didacticos y desveladores…

    «a través de la comunidad (la cual no es dueña, sino sierva, mero instrumento), llega hasta nosotros».
    La comunidad, no el clero ni la sola jerarquía, con su riesgo de acaparar y «raptar» (dicho en último campus gothia) la liturgia.

    Todo esto es matizable y mucho mas. Hay tratados y cursos de universidad. La historia de la liturgia del pueblo de Dios. Apóstoles, monjes, monjas, laicos, clero, ermitas, catedrales…

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