«Dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones.
Por ello, Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Este Evangelio, prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con su propia boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las costumbres. Lo cual fue realizado fielmente, tanto por los Apóstoles, que en la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían aprendido por la inspiración del Espíritu Santo, como por aquellos Apóstoles y varones apostólicos que, bajo la inspiración del mismo Espíritu, escribieron el mensaje de la salvación.
Mas para que el Evangelio se conservara constantemente íntegro y vivo en la Iglesia, los Apóstoles dejaron como sucesores suyos a los Obispos, «entregándoles su propio cargo del magisterio». Por consiguiente, esta sagrada tradición y la Sagrada Escritura de ambos Testamentos son como un espejo en que la Iglesia peregrina en la tierra contempla a Dios, de quien todo lo recibe, hasta que le sea concedido el verbo cara a cara, tal como es (cf. 1 Jn., 3,2)».
-Concilio Vaticano II, Dei Verbum 7-
La fiesta del Apóstol Protocletos o primer llamado
aparece
en el Calendario mozárabe de Córdoba
y en el Antifonario de León.
Cf.: La cruz del Señor
Tal día como hoy…
- en el 722 san Bonifacio fue consagrado obispo por el papa de Roma.
La tradición le vincula con el abeto que decoramos antes de la Navidad. - en 1.170 c. moría en Madrid san Isidro, labrador mozárabe.
Su cuerpo se venera en la Colegiata madrileña de la calle Toledo.
<Manzanas> Stannard, 1915.
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AUDICIÓN:
Rorate coeli
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Poema de una antigua leyenda.-
La visitadora (Murciano):
A FÉ nasce da mensagem que escutamos ,para isso abramos o nosso coração .
O encontro com o MESTRE leva-nos a anunciá -LO por obras e palavras