No sólo de pan vive el hombre
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios…
por eso, hoy proponemos meditar despacio un texto
del evangelio según san Marcos (7, 31-37):
<En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano.
Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua.
Y mirando al cielo, suspiró y le dijo:
«Effetá» (esto es, «ábrete»).
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos.
Y en el colmo del asombro decían:
«Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
¿De qué podemos abstenernos hoy?
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Studium Biblicum Franciscanum:
Redescubrimiento de los santos lugares de Tierra Santa y amor a la Palabra de Dios
Redescubrimiento de los santos lugares de Tierra Santa y amor a la Palabra de Dios
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Un clásico:
<Nuestra Pascua>
de las Benedictinas de Herstelle
Abramos os nossos ouvidos e o coração a fim de bem ESCUTAR o LOGOS , o QUAL nos faz inteiramente felizes. SHEMÁ ISRAEL.
Não fechemos o que nos abriram no DIA da nossa pré -ressurreição. EFFETÁ.
Somos el pueblo de la ESCUCHA
Aprendido hoy de Manu… el más antiguo himno para la Cuaresma
Himno, Audi benigne Conditor
Audio, texto original, traduccion y comentario.
https://youtu.be/8hJdJd7SRkI?si=Gmsc6zOneFeBFVvd
Este himno se atribuye al Papa San Gregorio Magno (540-604) y su empleo se inicia en dicha época. Se usa en las Vísperas desde el primer domingo de Cuaresma hasta el viernes anterior al Domingo de Pasión, tanto en domingo como días feriales.
Texto original
Modificaciones de Urbano VIII en 1632
Audi, benigne Conditor,
Nostras preces cum fletibus
In hoc sacro jejunio
Fusas quadragenario.
Scrutator alme cordium,
Infirma tu scis virium;
Ad te reversis exhibe
Remissionis gratiam.
Multum quidem peccavimus:
Sed parce confitentibus;
Ad nominis laudem tui
(Ad laudem tui nominis ) *
Confer medelam languidis.
Sic corpus extra conteri
Dona per abstinentiam,
Jejunet ut mens sobria
A labe prorsus criminum.
Concede nostrum conteri
corpus per abstinentiam
culpae ut relinquant pabulum
ieiuna corda criminum.
Præsta, beata Trinitas,
Concede, simplex Unitas,
Ut fructuosa sint tuis
Jejuniorum munera. Amen
* Según la versión monástica.
Comentario del Himno
Primera estrofa:
Audi, benigne Conditor,
Nostras preces cum fletibus
In hoc sacro jejunio
Fusas quadragenario.
Oye, bondadoso Creador:
nuestras súplicas con llanto
que en este sacro ayuno
derramamos en cuaresma.
La cuaresma se dirige al Dios Padre Creador y se realiza hasta aquí con tres elementos: el llanto del arrepentimiento, con las súplicas de nuestras oraciones y un riguroso ayuno. Por supuesto esto para la cuaresma neomoderna no encaja, dado que prácticamente no se ayuna y mucho menos se llora.
Segunda estrofa:
Scrutator alme cordium,
Infirma tu scis virium;
Ad te reversis exhibe
Remissionis gratiam.
Venerable examinador de corazones
que conoces las flaquezas de los fuertes
nos dirigimos para suplicarte
la gracia de la indulgencia.
La cuaresma es una súplica que solicita Gracia de indulgencia al Señor, que conoce absolutamente todo. Como decía San Buenaventura, mejor me vería yo en Dios, que en mí mismo 1.
Tercera estrofa:
Multum quidem peccavimus:
Sed parce confitentibus;
Ad nominis laudem tui
Confer medelam languidis.
Mucho en verdad pecamos,
pero al fin lo confesamos,
por tu excelso nombre,
trae la medicina para los débiles.
La tercera estrofa expone el primer paso del arrepentimiento, el cual consiste en confesar o reconocer el mal realizado. Como consecuencia de este reconocimiento se pide la curación de esta herida del alma, producida por la debilidad de la humana naturaleza.
Existe en el tercer verso una variante dentro de los textos monacales, sin modificar el significado en absoluto, tan solo ordena el hipérbaton poético del original.
Cuarta estrofa:
Dice el original:
Sic corpus extra conteri
Dona per abstinentiam,
Jejunet ut mens sobria
A labe prorsus criminum.
Así dominaremos por fuera el cuerpo
por la gracia de la abstinencia
ayunando para una mente sobria
de la total mancha de los pecados.
Por su parte la versión reformada de Urbano VIII dice:
Concede nostrum conteri
corpus per abstinentiam
culpae ut relinquant pabulum
ieiuna corda criminum.
Concede controlar nuestro
cuerpo por la abstinencia
y dejando el sustento de la culpa
los corazones ayunen el pecado.