“En los miércoles y viernes de las cinco primeras semanas de Cuaresma,
el canto de los Threni ocupan el lugar del Psallendum [salmo entre lecturas].
Los Threni expresan en tono dramático la penitencia de la Iglesia
y los sufrimientos de Cristo en su Pasión.
Sus textos están elaborados sobre varios pasajes de las Lamentaciones
y de los libros de Job y de Isaías”
(OGMHM 36).
«Trenos» o canto interleccional de penitencia
de la misa del I viernes de Cuaresma (Hisp-Moz.):
«Destilen mis ojos lágrimas,
derramen llanto mis párpados,
porque un lamento llega hacia mí.
V/. Por eso soy presa de dolores, la angustia me aturde, el espanto me ciega.
V/. Ay de mí, que voy a sucumbir, mi corazón se marea y el terror me sobrecoge».
(Del libro de Jeremías)
AUDICIÓN: Lamentación de Jeremías. Lección I del jueves Santo. Cap 1, 1-14.
Antifonario Mozárabe de Silos (Burgos). Archivo de la Abadía, ms 9.
Es una antigua costumbre cuaresmal que -además del domingo-
el cristiano se sienta llamado a participar entre semana de la Eucaristía:
especialmente los miércoles y los viernes.
La Eucaristía del Viernes se prolonga, devocionalmente, con el Via Crucis.
Se puede difundir en Cuaresma la participación en la Liturgia de las Horas,
especialmente las I y II Vísperas de cada domingo.
Las visitas a los monasterios cercanos -con este motivo-
están en sintonía con las antiguas peregrinaciones o stationes cuaresmales.
En nuestra oración diaria pedimos al Señor el don de la PAZ;
el fin de todas las guerras y conflictos.
El Señor me instruyó, y comprendí,
me explicó todas sus intrigas.
Yo, como manso cordero,
era llevado al matadero;
desconocía los planes
que estaban urdiendo contra mí:
«Talemos el árbol en su lozanía,
arranquémoslo de la tierra de los vivos,
que jamás se pronuncie su nombre».
Jeremías 11.