Con vestiduras blancas (<Ad Coenam Agni>)


Venera en Mérida (Extremadura)

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Revestidos de blancas vestiduras,
vayamos al banquete del Cordero
y, terminado el cruce del mar Rojo
alcemos nuestro canto al rey eterno.

La caridad de Dios es quien nos brinda
y quien nos da a beber su sangre propia,
y el Amor sacerdote es quien se ofrece
y quien los miembros de su cuerpo inmola.

Las puertas salpicadas con tal sangre
hacen temblar al ángel vengativo,
y el mar deja pasar a los hebreos
y sumerge después a los egipcios.

Ya el Señor Jesucristo es nuestra pascua,
ya el Señor Jesucristo es nuestra víctima:
el ázimo purísimo y sincero
destinado a las almas sin mancilla.

Oh verdadera víctima del cielo,
que tiene a los infiernos sometidos,
ya rotas las cadenas de la muerte,
y el premio de la vida recibido.

Vencedor del averno subyugado,
el Redentor despliega sus trofeos
y, sujetando al rey de las tinieblas,
abre de par en par el alto cielo.

Para que seas, oh Jesús, la eterna
dicha pascual de nuestras almas limpias,
líbranos de la muerte del pecado
a los que renacimos a la vida.

Gloria sea a Dios Padre y a su Hijo,
que de los muertos ha resucitado,
así como también al sacratísimo
Paracleto, por tiempo ilimitado. Amén.

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Alleluia (S. X, Salamanca)

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Para distinguir estos días de los del resto del año resulta expresivo cantar siempre un triple (o doble) aleluya como respuesta al salmo responsorial, en lugar de la antífona que consta como posibilidad en el leccionario. No es solamente más festivo sino, también más fácil, que el pueblo cante el aleluya después de cada versículo del salmo que conseguir el canto de una antífona diversa cada día.
Con el fin de subrayar el carácter extraordinario y festivo de la Cincuentena, así como se recomendó que durante la octava de Pascua se usara cada día el Canon romano, asimismo es recomendable usar diariamente durante toda la Cincuentena la Plegaria eucarística III (sobre todo si durante las otras ferias del año se usa la Plegaria eucarística II).

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Nos alegramos con María, Reina del cielo, ante la Resurrección:

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