De acuerdo con cuanto nos has dado
y siguiendo tu precepto, Señor,
presentamos sobre tu altar el sacrificio del pan y del vino,
pidiendo de la inmensa bondad de tu amor
que, gracias al mismo Espíritu,
por el que la virginidad incólume te concibió según la carne,
la Trinidad indivisible santifique estas ofrendas;
y así, cuando las recibamos con veneración y no sin temblor,
desaparezca cuanto de malo pueda existir en el alma
y ya no vuelva a reproducirse en modo alguno.
R/. Amén.
Senhor faz de mim uma oferenda permanente, assim configurar-me-ei CONTIGO..
De verdad que esta, como casi todas, mejor… como todas, son oraciones litúrgicas redondas.
De que manera enhebra las esencias de la fe en una petición eucarística.
Se puede leer muchas veces y no fatiga.
Amen.
Es precioso y curativo.
Es el cielo….