Difundiendo el canto gregoriano


Declara el Concilio:
La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; 
en igualdad de circunstancias, por tanto, 
hay que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas. 
Los demás géneros de música sacra, y en particular la polifonía
de ninguna manera han de excluirse 
en la celebración de los oficios divinos, 
con tal que respondan al espíritu de la acción litúrgica. 
(Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 116).

El día de Navidad, en la misa de las 18 h.
el maestro Santos Carmelo dirigirá
el canto gregoriano
en la Basílica de La Concepción.

***

Tú eres el verdadero Cordero,
el único sin mancha,
sentado en el trono de jaspe y ágatas,
a la diestra del Padre,
nimbado por el arco iris, orlado de esmeraldas.

Del himno hispano-mozárabe Te centies mille legionum angeli 
en Hymnodia Gotica, pp. 88-89; Breviarium Gothicum, ff. 382-383.

***

En esta víspera del día del Señor
aprendemos a recibir la fiesta dominical:
nuestros padres de Israel nos han enseñado -y así lo hacía Jesús y su familia- que celebrar una fiesta es como recibir a una reina en casa.
“Pienso que en cada hogar -sobre todo en la casa de los diáconos- habría que retomar aquel antiquísimo uso judaico en el que la madre de familia invita a todos sus miembros y enciende unas velas; la vocación de la mujer es la transmisión de la luz, la esperanza, la fe…”
(F. Manns)

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Hoy a las 17:30 h.,
podemos rezar en el retiro espiritual
de la Basílica de la Concepción, c/ Goya 26  Madrid.

1 comentario en “Difundiendo el canto gregoriano

  1. HIMNO HIAPANO EXTRAORDINARIO, preparado y cantado para el CD BEATO DE LIÉBANA.

    Te centies mille

    Por su estrecha relación con el Apocalipsis este himno se ha atribuido a Beato de Liébana +798. Pertenece al oficio de Vísperas del sábado en la octava de la Pascua de Resurrección, para cantarse todos los sábados de este tiempo litúrgico. Está recogido en el Liber místicus E-Tc (Toledo) 35.6 del siglo X, en el Antifonario de León, E-L (León) Ms 8, también del siglo X copia de uno toledano del siglo VII, y en los manuscritos de Silos del siglo XI, GB-Lbl (London) MS 30846 y GB-Lbl (London) MS 30851, todos sin notación musical probablemente por ser muy conocido. Versos yámbicos muy semejantes a los del himno O Dei Verbum. Es un himno de alabanza a Jesucristo como Hijo de Dios dueño del universo que ha salvado a la humanidad venciendo al maligno con su muerte y resurrección, construyendo un nuevo reino. Recurre al Apocalipsis para mostrar al Cordero que abre el libro de los siete sellos, sentado en el trono rodeado de los 24 ancianos músicos y del tetramorfos, los cuatro vivientes, en el marco trinitario.
    La traducción del latín está ajustada sobre la de Alberto del Campo, de José Castro y de Manuel González López-Corps, para la web Mozarabia.es

    TE CENTIES MILLE. HIMNO HISPANO
    1 Te centies mille legionum angeli
    concentu plaudunt et canora jubilant.
    Christe Jesu Alpha et Omega omnipotens,
    sepultus olim et vivens in saecula,
    testis fidelis et verum principium.

    1 Millares de centena de legiones de ángeles
    te alaban a coro con cánticos armoniosos a Tí,
    Cristo Jesús, Alfa y Omega, el todopoderoso,
    un día sepultado, pero vivo por los siglos,
    el Testigo fiel y verdadero Principio.

    2 Qui mundi hujus dejecisti principem,
    redimens orbem tuo almo sanguine,
    sanctus et verus Genitus Ingeniti,
    reserans clausum et apertum obstruens,
    faciens deo regni sacerdotium.

    2. Que arrojaste al príncipe de este mundo,
    redimiendo al orbe con tu sangre vivificadora,
    el Santo y verdadero Engendrado del Ingénito,
    que abre lo cerrado y cierra lo abierto,
    creando para Dios un reino de sacerdotes.

    3 Tu verus Agnus solus sine macula,
    qui dextram Patris collocatus solio,
    solus egressus ab arce dominica,
    similis Jaspis et sardino lapidi,
    iris per gyrum smaragdum circuit.

    3. Tú, verdadero Cordero, único sin mancha,
    que sentado en un trono a la diestra del Padre,
    que saliste sólo Tú del alcázar del Señor,
    semejante al jaspe y a la piedra sardónice,
    nimbado por el arco iris orlado de esmeraldas.

    4 Tu Dei pignus hominisque Filius,
    septies librum signatum signaculis
    solvere signa dignior repertus es:
    Agnus occisus septem pollens cornibus,
    septeno fulgens et lumine flammeo.

    4 Tú, dado en prenda por Dios e Hijo del hombre,
    fuiste hallado digno de desatar los precintos
    del libro sellado con los siete sellos,
    poderoso Cordero degollado de siete cuernos,
    y resplandeciente en tus siete ojos de fuego.

    5 E throno produnt fulgura tonitrua,
    septem ardentes ante thronum lampades,
    septem ubique missi Dei Spiritus,
    septem stellae micant Agni dextera,
    septem cui astant candelabra aurea.

    5. Del trono salen rayos y truenos,
    siete lámparas arden ante el trono,
    que son los siete ángeles enviados de Dios,
    siete estrellas brillan en la diestra del Cordero,
    junto al que levantan siete candelabros de oro.

    6 Sedentes circum quater seni primates,
    amicti cuncti niveis cycladibus
    et laureatis diademata aureis,
    aureas vehunt phialas aromatum,
    aureis psallunt modulis et citharis.

    6. Sentados alrededor veinticuatro notables,
    ceñidos todos con níveas túnicas
    y coronados de laurel con diademas de oro,
    llevan vasos de oro con aromas
    y salmodian rítmicamente con cítaras de oro.

    7 Stat ante thronum nitens mare vitreum.
    Bis bini fores item animalia:
    homo per genus leo voce perstrepet.
    juvencus ore promet sacerdotium.
    petens ad astra more volans aquilae.

    7. Delante del trono brilla un mar de cristal,
    a la entrada también cuatro seres Vivientes:
    un Hombre por su género, un León que brama,
    un Novillo con su boca proclama el sacerdocio,
    como un Águila uno que se dirige a los astros;

    8 Quattuor formis senis alis singulis,
    ante et retro cuncta plena oculis,
    vigiles semper dormiendi nescii,
    vicissim sanctas ter clamantes jugiter,
    illi qui erat est et qui venturus est.

    8. tiene seis alas cada uno de los cuatro Seres,
    llenos de ojos todo por delante y por detrás,
    vigilantes siempre, sin conocer el sueño,
    cantan al unísono sin cesar el tres veces Santo
    a quien era, al que es y el que vendrá.

    9 Gloria Patri laus sapientia
    agno sedenti supra thronum in caelis;
    cum patre regnat et cum Sancto Spiritu,
    conexa simul tribus una Deitas
    per infinita saeculorum saeculis. Amen.

    9. Gloria, alabanza y bendición al Padre,
    al Cordero sentado en el trono en los cielos,
    reinando con el Padre y con el Espíritu Santo,
    Dios uno y trino al mismo tiempo
    por los infinitos siglos de los siglos. Amen

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