Domingo V del tiempo durante el año

El Señor va a casa de Simón Pedro y Andrés, y encuentra enferma con fiebre a la suegra de Pedro; la toma de la mano, la levanta y la mujer se cura y se pone a servir. En este episodio aparece simbólicamente toda la misión de Jesús. Jesús, viniendo del Padre, llega a la casa de la humanidad, a nuestra tierra, y encuentra una humanidad enferma, enferma de fiebre, de la fiebre de las ideologías, las idolatrías, el olvido de Dios.

El Señor nos da su mano, nos levanta y nos cura. Y lo hace en todos los siglos; nos toma de la mano con su palabra, y así disipa la niebla de las ideologías, de las idolatrías. Nos toma de la mano en los sacramentos, nos cura de la fiebre de nuestras pasiones y de nuestros pecados mediante la absolución en el sacramento de la Reconciliación. Nos da la capacidad de levantarnos, de estar de pie delante de Dios y delante de los hombres. Y precisamente con este contenido de la liturgia dominical el Señor se encuentra con nosotros, nos toma de la mano, nos levanta y nos cura siempre de nuevo con el don de su palabra, con el don de sí mismo.

También la segunda parte de este episodio es importante; esta mujer, recién curada, se pone a servirlos, dice el evangelio. Inmediatamente comienza a trabajar, a estar a disposición de los demás, y así se convierte en representación de tantas buenas mujeres, madres, abuelas, mujeres de diversas profesiones, que están disponibles, se levantan y sirven, y son el alma de la familia, el alma de la parroquia.

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Año de la oración: plegaria ante la cátedra de Pedro (Roma)

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<Jesús no se limitó a enseñarnos a orar de palabra sino también con el ejemplo. Le vemos a menudo en oración. Nos da ejemplo para que le sigamos. Está escrito: «Se fue a un lugar solitario.» Y en otro lugar: «Se fue a la montaña a orar y pasó toda la noche en oración.» (Lc 6,12) Si él, que era sin pecado, oraba sin cesar, con más razón los pecadores debemos orar. Si pasaba la noche en oración, con más razón nosotros debemos velar y orar sin cesar.

El Señor oraba e intercedía no por él mismo -¿por qué falta debería implorar el perdón aquel que es el inocente?– sino por nuestros pecados. Lo manifiesta bien a las claras cuando dice a Pedro: «…Satán ha solicitado el poder cribaros como trigo. Pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca.» (Lc 22,31) Más tarde intercedió ante el Padre a favor de todos nosotros, cuando dijo: «No te pido sólo por ellos sino por todos los que, gracias a su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti» (Jn 17,20-21)>.
S. Cipriano de Cartago

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Proclamando el Evangelio en el culto hispano-moz. (dióc. Cartagena, 2024)

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Todos los martes nos encontramos en la Basilica de la Concepción a las 19h (Madrid)
Lo santo para los santos

2 comentarios en “Domingo V del tiempo durante el año

  1. O SENHOR toma-nos pela mão está conosco e levanta-nos isto é ressuscita-nos. ÂNIMO O MESTRE, faz história conosco e compadece-se de nós. Boa semana para todos nós.

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