El número <siete> en san Isidoro (II)

 Se ordena, asimismo, en la Ley que sea festejado el día séptimo para significar por ello el descanso eterno. A esto viene el que Cristo, nuestro Bien, se nos muestre almorzando, después de su resurrección, con siete discípulos.

            En tercer lugar decimos se significa en el número siete la universalidad de la Iglesia como por figuras o ejemplos se ve claro.

            Así San Juan escribe en el Apocalipsis a siete Iglesias, nombra particularmente a siete solas Iglesias cuando es Una la Iglesia que henchida de la gracia septiforme del Espíritu Santo se difunde por todo el mundo; porque escrito está (Cant. VI, 8): Una es mi paloma, una mi perfecta; este número de tan alto simbolismo en las divinas Escrituras es noble por encima de todos los demás, número santificado por el Señor en su descanso, y con el cual nos prometió el reposo de la resurrección futura.

            Oportunamente, pues, se significa el Espíritu Santo, con el número siete, se aplica en la ley la santificación al día séptimo; porque ningún otro día de su trabajo santificó Dios sino solamente el séptimo en que cesó de crear.

Con razón lleva la impronta del Espíritu septiforme que habita en Cristo por la plenitud de la divinidad, según dice Isaías: Descansará (sobre Él) el Espíritu del señor, el Espíritu de Sabiduría y entendimiento, el Espíritu de consejo y fortaleza, el Espíritu de ciencia y de propiedad, y le henchirá el Espíritu de temor del Señor (Is. XI, 2).

4 comentarios en “El número <siete> en san Isidoro (II)

  1. Si en la Pascua y Pentecostés se presencia y triunfa el Espíritu Santo… septiforme, todos los antiguos y modernos subrayan el 7, de bien y de perfección.
    Y tal vez lo mas inmediato del 7 son los astros fijos y sus semanales días, el primero el Domingo-sol-uno.
    Y los siete Dones del Espíritu Santo, basados en Isaías (que menciona en tres pares=6, pero que los traductores despliegan en 7 glosando piedad y temor).

    Leo que Isidoro dice en el tercer par «ciencia y propiedad»…
    ¿Que se entiende con esta traducción del latín?

    Como estamos hoy en viernes, sexto día, siguiendo este bendito juego, me fijo en que el sexto don del Espíritu Santo es la piedad. No de compasión, sino ‘píetas’, que significa el amor intrafamiliar. Sobre todo entre hijo y padre (se puede poner en mayusculas), don que constituye el vínculo de unidad, de la comunión de los santos y entre los que compartimos la misma fe. Es, pues, «el don del amor que da vida eterna», según la terminología clásica.

    ¡¡¡Buen viernes de amistad y de amor «intrafamiliar»!!!

  2. Es interesante que el Evangelio de hoy hable de siete discípulos.
    En la primera teología cristiana se relacionaba el número de la Ley (10) con el número de la gracia (7) = 17.
    También, los Padres vinculaban el número de esos siete discípulos con el número de los peces pescados (153).
    San Agustín dice que este número de la pesca pascual «tiene su origen en el diecisiete. Lo obtendrá quien quiera sumar todos los números del uno al diecisiete. Puso el uno; añádale dos, y ya son tres; súmele tres más, y son seis; cuatro más, y son diez; continúe así hasta el diecisiete, y obtendrá el ciento cincuenta y tres. Sólo queda que os explique el significado del número diecisiete. Si desciframos el misterio de este número menor, el diecisiete, aparecerá manifiesto el del número mayor, el ciento cincuenta y tres. En el diecisiete está la raíz; en el ciento cincuenta y tres, el árbol. ¿Cuál es, pues, el significado del diecisiete? El diez simboliza a la ley; los diez preceptos de la ley…. Vino la misericordia, que te ayuda a cumplirla y te perdona lo que no cumples. Esta misericordia procede del Espíritu Santo, Espíritu Santo que en las Escrituras está indicado en el número siete. Se hace presente, pues, el Espíritu, y se obtiene el diecisiete. Cuando los siete se juntan a los diez, ellos hacen a los santos, que no confían en la ley, sino que presumen del auxilio de Dios.
    Se juntaron, por tanto, la misericordia y la ley. No temamos los que nos encontramos en el diecisiete; si estamos en este número, llegaremos al ciento cincuenta y tres; y, si llegamos al ciento cincuenta y tres, estaremos a la derecha, y, si estamos a la derecha, recibiremos el reino».

    El interés por todo este simbolismo hizo que, después, el Santo hispalense escribiese una obra que se titula así: «Los Números».

    Hay, pues, todo un misterio en esa cifra: 153 es el número más pequeño que puede ser expresado como la suma de los cubos de sus dígitos: 153 = (1 x 1 x 1) + (5 x 5 x 5) + (3 x 3 x 3).

    Además, si sumamos sus tres cifras, obtendremos un cuadrado perfecto: 1 + 5 + 3= 9, que es 3 elevado al cuadrado. Aún hay más: si sumamos todos sus divisores (excluyendo el propio 153), obtendremos otro cuadrado perfecto: 1 + 3 + 9 + 17 + 51 = 81, que es 9 elevado al cuadrado.

    El matemático Kaprekar enunció la existencia de los números Harshad o números de Niven, que son aquellos que son divisibles entre la suma de sus dígitos, ¡y esto se cumple con el número 153! El cálculo es el siguiente: 153/(1 + 5 + 3) = 17.
    ¡Estamos como al principio!
    Y al principio era el Verbo… ¡Feliz Pascua!

    • Números… que pasión.
      En mi juventud, cada año salía el 153 de peces grandes contados por Juan, y la observación era que solo si estuvo presente y tuvo la curiosidad de contarlos, este detalle daba realismo a la narración. Y nos preguntábamos porqué 153…
      No habíamos leído a san Isidoro.

      Numerología, alquimia mística, cábala… cuanto ha dado de sí.

      Acabo de contar a los 7 muchachos, Simón, Tomás, Natanael, Juan, Santiago y dos mas. Y no pescaron nada. Al amanecer sí pescaron …a la «derecha». Y comieron peces.. pero otros, no de los 153.

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