La solemne recitación del Padrenuestro queda encuadrada en medio de otros elementos:
- a) la exhortación Oremus (Cf. n. 46);
- b) el texto variable [Monición a la plegaria del Señor o] Ad OrationemDominicam;
- c) el embolismo [Libres del mal] Liberati a malo.
El texto [o monición a la plegaria] Ad Orationem Dominicam, compuesto sobre argumentos de la fiesta o del tiempo litúrgico, no lleva fórmula de conclusión. Sus últimas palabras, que a menudo son proclamaverimus e terris, introducen directamente la primera petición Pater noster qui es in cælis. A cada una de las ocho peticiones (sic) del Padrenuestro, recitadas por el celebrante, todos los demás responden Amén.
- Como en los demás ritos occidentales, el embolismo [Libres del mal] Liberati a malo se desenvuelve a partir de la última petición del Padrenuestro. En él se intercede por los que sufren, los cautivos, los enfermos y los difuntos.
Una particularidad exclusiva del embolismo hispánico, que lo convierte en una adhesión a la plegaria de cuantos en el pasado o el presente invocaron o en el futuro invocarán al Padre con la oración de Jesús: [escucha, oh Dios, las oraciones de tus siervos, de todos los fieles cristianos, en este día y en todo tiempo] et exaudi, Deus, orationes servorum tuorum, omnium fidelium christianorum, in hac die et in omni tempore.