El príncipe de Egipto

Vidriera de Chagall: Moisés ante la zarza

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En este día de las Témporas de Petición y de Acción de gracias,
en el calendario propio de España,
proponemos el recuerdo de la salida de Egipto.
Después de la creación, la liberación de la esclavitud del faraón
es el evento que constituye a Israel como pueblo.
Nuestros antiguos padres, siguiendo al Profeta Moisés, caudillo de Israel,
toman los restos del patriarca José, «príncipe de Egipto»,
y se encaminan hacia la tierra de Canaán.
La liberación de Egipto y la alianza
son los grandes motivos de acción de gracias
de nuestros padres en el desierto;
son prefiguración de la gran liberación
de la esclavitud del pecado y de la muerte
que ha traído la solo presencia de Jesús, el Cristo,
nuevo Moisés.

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Sobre la película de animación «El príncipe de Egipto»

Un comentario sobre el mismo argumento:

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Témporas de petición y de penitencia

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Un día para rezar el rosario…
Además del valor laudatorio y deprecatorio,
hay otro <elemento esencial al Rosario: la contemplación.
Sin ésta el Rosario es un cuerpo sin alma
y su rezo corre el peligro de convertirse
en mecánica repetición de fórmulas
y de contradecir la advertencia de Jesús:
«cuando oréis no seáis charlatanes como los paganos
que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad» (Mt 6,7).
Por su naturaleza,
el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo
y un reflexivo remanso
que favorezcan en quien ora
la meditación de los misterios de la vida del Señor,
vistos a través del Corazón de Aquella
que estuvo más cerca del Señor,
y que desvelen su insondable riqueza>.
(san Pablo VI, Marialis Cultus, 47).


Enseñanza de san Ps Dúnala de Cádiz, monje mozárabe y mártir (s. X)

1 comentario en “El príncipe de Egipto

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