2 comentarios en “En la fiesta de los santos Arcangeles

  1. Se celebra la fiesta de los santos Arcángeles, y en la preciosa plegaria que han publicado, nos hablan de la amistad, que no es sino otra manifestación más de la virtud teologal de la Caridad entre los hombres, y de que los amigos son la forma en que Dios no sólo está entre nosotros, sino que nos protege. Así, el apóstol San Pablo recuerda, “El que ama al prójimo ha cumplido la ley”, infringiendo tal magnitud toda manifestación de indiferencia, ingratitud, tibieza, acedia, odio…

    El pasado domingo hubo otra gran fiesta, la beatificación de Monseñor Álvaro del Portillo, quien nos lega la practica de la caridad y compromiso; y así sucesivamente todas las fechas de nuestro calendario católico nos recuerdan que debemos practicar todas y cada una de las virtudes cristianas para ser templo y casa de Dios.

    Pues bien, me pregunto, y continuando con la hermosa plegaria, que si ello se cumpliera en la comunidad cristiana, estaríamos viviendo con decenas de amigos, y por ende junto a legiones de ángeles que nos protegen por medio de Dios. Viviríamos en el mandato, “Hagamos el bien a todos. Gálatas 6. 10”. Por desgracia pienso que esto dista mucho de ser una realidad. Pero es solo una reflexión…

    Entonces, y continuo, ¿cómo protege Dios a los oprimidos, a los débiles que no pueden defenderse, a esos pobres que sin descanso dan el mejor fruto del propio trabajo y de la propia pena, la flor de la sangre de los hijos, para cebar a un parásito holgazán, a un condenado que no sólo carece de toda caridad, sino que la vulnerabilidad y bondad de los necesitados es su mejor y suculento bocado?. Porque Cristo ya nos lo advirtió, “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán la vida al rebaño. Hechos 20.29”

    Hablo de la prostitución de la palabra caridad

    Como es posible (así imagino que es) que haya tanta gente entre los fieles voraz e insaciable de lo que otros tienen (alegría, felicidad, bondad, inocencia), aunque sean pobres, celebrando todas y cada una de estas hermosas festividades y a la par practiquen unas muy bajas pasiones con sus más allegados. Dios no puede desamparar a ninguno de sus hijos, y por ello creo que nuestros Iglesia y Pastores sí que deben protegernos dentro de la comunidad cristiana y católica de todos aquellos que la inmoralidad, ilegalidad y hasta el crimen definen sus vidas, dada la magnitud del daño que originan, sobre todo a nuestros pequeños, a la infancia; y que por muchas pieles de cordero que vistan, a nadie engañan y menos deben seducir a los representantes de Dios.

    Deber de todo cristiano caritativo es comenzar sus actos con sus más allegados, es decir, la familia y si dispone de esos ejércitos de ángeles amigos, es un privilegiado.

    Pero qué hacer cuando la pobreza o la vulnerabilidad le viene a un cristiano de tener una familia maltratadora, “Si al padre de familia le llamaron Beelzebul, ¡cuánto más lo harán a los de su casa!. Mateo 10.25”, de ésas que con poder y dinero se blindan de cualquier intervención de la justicia, por muchos harapos o vestidos de lanas que se pongan, «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces. Mateo 7.15”

    Cristo es un ejemplo de vida para todo cristiano, pero el Hijo de Dios tuvo una santa y “Sagrada Familia”. ¿Podría ser de otra forma? ¿Qué habría hecho Él si le hubiera tocado en suerte nacer en una familia en absoluto santa y nada “cristiana”? …. ¿qué deben hacer los seguidores de Cristo cuando les toca una familia farisea que proclama a los cuatro vientos todas y cada una de las virtudes cristianas, pero sin cumplirlas ellos, invadiendo así de suciedad los santos lugares?. Familiares que devoran a ciertos de los suyos impidiéndoles todo crecimiento espiritual y les conducen al abismo de las tinieblas, «Hipócritas! (…) vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. Mateo 23. 13”, en suma, arrancándoles de una vida cristiana alejándoles así de Dios.

    El cuidado de la familia, no olvidemos las estadísticas de abusos a menores y maltratos en el seno familiar, no puede hacerse hoy en día sólo con invocación de los preceptos cristianos pues según avanza el momento social parece que aquellos van en regresión. Es necesaria una defensa por parte de la Iglesia que vaya más allá de la reprensión verbal o el consejo.

    Medidas efectivas y ciertas contra, por ejemplo, condenados penales por abusos o maltratos, hay un sinfín que, en su ámbito y competencia, puede aplicar la Iglesia. A muchos les daría igual pero a otros nos reconfortaría sentir que la familia no es sólo algo que cumpla unos mínimos sociales, matrimonio canónico, hijos etc., sino que debe ser una institución cristiana y a la sombra de la Familia de Jesús y, si no cumple, la Madre Iglesia debe ACTUAR contra el pecador, <>.

    Cuentan que la palabra Arcángel proviene de dos palabras, Arc = el principal y Ángel, o sea, el «principal entre los ángeles”. Debemos, en el día 29 de septiembre y en todo momento, elevar nuestras plegarias a los santos Arcángeles. Con Gabriel cuyo nombre es «Dios es mi protector»; Miguel el de culto más antiguo y el Arcángel que intercede siempre por la raza humana y lleva los registros de los hechos de todos los hombres en los libros del cielo, y Rafael el guardián del nuevo día y sanador de los males, a fin de que nos protejan y, al igual que antes ellos expulsaron a las potestades del mal de la tierra para arrojarlas en un abismo de fuego, se repita ahora lo mismo y por su intersección nos veamos liberados de todos los malvados que nos rodean.

    Celebremos siempre la preciosa festividad de los Arcángeles, pero sin perder de vista que la familia cristiana es una comunión de personas, reflejo e imagen de la Comunión del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo.

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