Entrando en el misterio de la liturgia hispana: <Venció el León>

 “A nuestros Padres les movía el deseo de expresar la fe recibida con ritos que, siendo adecuados a las necesidades pastorales, fueran capaces de desvelar el Misterio celebrado. En este sentido, dentro del Ordo Missae [Hispano],quisiera destacar el gesto de la Fractio Panis. Sabemos que es un rito práctico, ya que el pan necesita ser partido para ser repartido, pero a la vez se nos presenta como un gesto epifánico, esto es, de manifestación de Cristo: hacemos memoria de todos los misterios de su vida: desde la Corporatio hasta el Regnum, es decir, desde la primera venida en la humildad de la carne hasta su venida gloriosa.

La antífona que acompaña este gesto, llamada Cantus ad Confractionem, cambia durante el tiempo pascual dándole una tonalidad diversa. Por tres veces en la “Noche Santa” resonará el texto de Ap 5,5, y así se hará también durante todo el tiempo pascual, aunque ahora una sola vez: «Vicit Leo de tribu Iuda, radix David, alleluia!». Como sabemos, estas son las mismas palabras que uno de los veinticuatro ancianos que están alrededor del trono le dijo al apóstol Juan: «Deja de llorar; pues ha vencido el León de la tribu de Judá, el retoño de David, y es capaz de abrir el libro y los siete sellos».

En el Apocalipsis de Juan encontramos al Cordero degollado que está en pie, aquél que es digno de abrir el libro y desatar los sellos (cf. Ap 5,2). Cristo es nuestro Cordero y, también, nuestro León, el único que es digno «de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza» ( Ap 5,12)”.

+ Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Toledo.

(https://lexorandies.blogspot.com/2013/11/calendario-liturgico-del-rito-hispano.html

consultado el 4 de septiembre de 2018)

4 comentarios en “Entrando en el misterio de la liturgia hispana: <Venció el León>

  1. Configurados com CRISTO repartamo-nos ,partilhemos de nós próprios , deixemo-nos morrer ,sejamos co-redentores.A CRUZ recebida no dia da nossa ILUMINAÇÃO seja sinal de amor e serviço.

  2. «Cristo es el único que es digno de
    recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
    la fuerza, el honor, la gloria y
    la alabanza»
    A riesgo de parecer imprudente,
    me atrevo a reflejar aquí,
    la punzada de tristeza que me produce
    el observar que,
    teniendo conocimiento de este hecho,
    tan trascendental en nuestra fe,
    algunos de nuestros presbíteros,
    simpatizantes o «amigos» de Gothia,
    o por mejor decir,
    de nuestra antigua Liturgia
    Gotho-hispana y mozárabe,
    confunden u olvidan
    Quien es el NOVIO, en la «boda»
    de cada martes,
    en la Basílica de la Concepción,
    sita en C/Goya, de Madrid.
    Con fecha 18 de octubre,
    ELLE nos viene a recordar que
    «lo único importante es Él.
    Y es el que siempre sabe esperar».
    Entonces, sabiendo esto,
    me atrevo a preguntar
    ¿donde están los «amigos del Novio»…?
    El haber vivído, tantos martes,
    el hecho de que falten sillas,
    para los «invitados al Banquete»,
    y ver, cómo ahora,
    en los «malos momentos»,
    como nos comenta ELLE,
    «la gente se retrata»,
    permitiendo que, esas sillas,
    se queden vacías…
    permitiendo que, quien preside
    la Eucaristía, tan rica en oraciones,
    se quede «solo» con los fieles…
    me parece muy triste.
    La amistad se demuestra
    siendo fieles y leales.
    Lo contrario, no es amistad.
    Y vuelvo a citar a ELLE,
    quien nos dice, con fecha 27 de octubre:
    «Yo no les otorgaría
    el valor de amistad, a los que,
    precisamente,
    en estos tiempos difíciles,
    desaparecen».
    Yo estoy totalmente de acuerdo,
    con su opinión.
    En mi corazón y en mi pensamiento,
    siempre.

  3. Quisiera que me disculpaseis
    un pecado de omisión,
    que cometí en mi comentario anterior.
    Cuando dije que quien presidía
    la Eucaristía,
    se quedó «solo» con los fieles,
    quise decir «solo» de compañeros presbíteros, porque donde,
    en otros momentos,
    las sillas resultaban ser insuficientes,
    para tantos sacerdotes,
    como venian a concelebrar,
    ¡una imagen preciosa!,
    ahora daban una imagen triste,
    vacías o, en el mejor de los casos,
    casi vacías…
    y aquí está mi falta,
    porque no mencioné que
    estaba muy bien asistido,
    por una profusión de diáconos,
    acólitos y servidores, fieles a la Liturgia.
    El celebrante utilizó en su homilia,
    aunque refiriéndose a otras cosas,
    el término «postureo»,
    término que,
    me atrevo a pensar, imprudente de mí,
    me parece que se podria utilizar,
    en ciertos momentos,
    como el que nos ocupa.
    Lejos de mí el querer ofender a nadie,
    aunque sí, interpelar.

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