A mi modo de ver, sobraron los excesivos comentarios de la persona que retransmitía la misa. Un verdadero torrente incontenible de palabras que tapó los cantos y parte de las oraciones. Incluso leyó fragmentos de una homilia de Juan Pablo II. En otros momentos parecía un acontecimiento audio-descrito para ciegos. En fin, daban ganas de decirle «por favor, cállese y déjeme oir la misa».
A mi modo de ver, sobraron los excesivos comentarios de la persona que retransmitía la misa. Un verdadero torrente incontenible de palabras que tapó los cantos y parte de las oraciones. Incluso leyó fragmentos de una homilia de Juan Pablo II. En otros momentos parecía un acontecimiento audio-descrito para ciegos. En fin, daban ganas de decirle «por favor, cállese y déjeme oir la misa».
Eu ouvi e não desgostei
Pelo contrario gostei muito.