Oh Dios fuerte y todopoderoso, que por nosotros quisiste ser un niño débil e indefenso, Gloria a ti
Tú que reinas en el cielo
y naciste en un establo Gloria a ti
Tú que estás sentado en el trono de Dios
y yaces en un pesebre Gloria a ti
Tú que eres la luz del mundo
y vives en una cueva oscura Gloria a ti
Tú, que eres rodeado por querubines y serafines
y te manifiestas entre dos animales Gloria a ti
Tú que moras encima de las nubes
y estás recostado en la paja Gloria a ti
Tú que tienes el universo en tus manos
y eres llevado en brazos de tu Madre Gloria a ti
Tú que ardes de amor y tiritas de frío Gloria a ti
Tú que das alimento a todas las criaturas y sufres hambre y sed Gloria a ti
Tú que eres adorado por los ángeles y despreciado por los hombres Gloria a ti
Tú que eres adorado por los pastores y perseguido por Herodes Gloria a ti
Tú que te gozas entre tus santos y lloras por los pecados del mundo Gloria a ti
Gloria a ti SENHOR JESUS que sendo REI e KIRIOS és simples e humilde.Configurado CONTIGO ajuda-me a ser tb simples e humilde
Si empezamos amando al Niño, no le perderemos la pista al Hombre, a…
¡EL SEÑOR!
Y no se nos piden grandes gestas.
Basta con ser fieles en lo pequeño..
Basta con decir: «viviré habitualmente en Gracia de Dios. Y, si caigo,
me levantaré».
Basta con recordar que «estoy en presencia de Dios».
Basta con verle a EL, en todo, y en todos.
Basta con sentirnos agradecidos porque «la Eucaristía no es un premio
para los perfectos, sino un generoso remedio, y un alimento, para los débiles»,
como nos dice el Papa en su exhortación.
Basta con atender SU mandato: «dadles vosotros de comer».
Basta con que caigamos en la cuenta de que, si todos fueran perfectos, ¿qué tendríamos, entonces, que padecer por Dios?
Basta con saber que, lo heroíco es comerse el amor propio, en lugar de
sentirse herído en él, por falta de humildad.
Basta con saber que, el Señor tiene misericordia de nosotros, y nos cuida,
a través de los pastores.
Basta con sentir lástima de Jesús, en la contemplación de la Pasión, y sufrir
con EL, en reparación por nuestras negligencias.
Basta con saberse acogido, porque «la Iglesia no es una aduana. Es la Casa Paterna, donde hay lugar para cada uno, con su vida a cuestas» (E.Gaudium).
Basta con ser agradecído, con todo lo que nos rodea.
Basta con pedir perdón, mil veces…y perdonar.
Basta con estas cosillas, y alguna más, para que……..
¡¡¡¡EL NÑO, NOS SONRÍA!!!!
¡Felices Pascuas…amigos, HERMANOS!