Los nuevos mozárabes: mártires hoy


A comienzos de este mes de septiembre las brigadas del Frente Al Nusra asaltaron la aldea cristiana de Malula, situada a unos cincuenta kilómetros al norte de Damasco (Siria). Esta pequeña localidad que tiene ahora -tras los éxodos de la guerra civil- cinco mil habitantes fue escenario de combates entre la milicia islamista y el ejército sirio apoyado por los grupos locales de autodefensa.

Los habitantes se refugiaron en las cuevas de las montañas que circundan Malula, y en el convento de Santa Tecla (discípula de san Pablo). Era la primera vez que los terroristas y yihadistas atacaban el pueblo, de gran valor simbólico porque, aparte de tener una mayoría cristiana, es uno de los tres lugares de Siria (junto con Jabadin y Bakah) donde se habla el arameo, la lengua de Jesucristo, y también donde se enseña a quienes desean aprenderla.

Los asaltantes, buena parte de ellos chechenos, recorrieron las calles instando a sus habitantes a convertirse al islam si querían seguir vivos. Ametrallaron las iglesias de San Jorge y San Elías (que en principio se creyó que había sido incendiada), entre otras, aunque el convento de Santa Tecla no resultó dañado. Pero sí destruyeron la cúpula del monasterio greco-catolico (melquita) de San Sergio y San Baco.

Malula es Patrimonio de la Unesco, y célebre en todo el mundo por ser uno de los lugares simbólicos de la Cristiandad en Oriente Medio.

Según declaró a Asia News un sacerdote local, los terroristas acosaban el lugar desde hacía siete meses, y cuando han atacado, lo han hecho sólo contra los cristianos: «Nuestros jóvenes defendieron las casas, pero no son soldados. La gente está huyendo de Malula, no se puede vivir aquí. Hace tiempo que los milicianos amenazan a los cristianos, repitiendo que antes o después llegará también nuestro turno. Los guerrilleros no respetan ni siquiera a los líderes musulmanes locales, impotentes como nosotros ante todo este odio».

Un comentario en «Los nuevos mozárabes: mártires hoy»

  1. La opresión del Islam no se detiene ante los cristianos: comunidades coptas de Egipto y otras confesiones cristianas están siendo masacradas. Los cristianos-árabes están sufriendo en Oriente Medio, Asia y África. ¿Es este el diálogo de las civilizaciones?
    Nos equivocamos en España reivindicando tanto pasado islámico. ¿Qué decir de nuestro anterior pasado hispano-romano o visigodo? Fueron unos 900 años (212 a.C. hasta 711 y al menos unos siglos más) de cultura hispano-goda, de raíz cristiana, con influencias greco-romanas y góticas. Parece que no cuenta ante el eufemismo de la «convivencia de religiones».
    Nosotros hemos respetado el legado andalusí (palabras, topónimos, monumentos), un signo de respeto al pasado y a la historia. No sucede lo mismo con el legado romano en Siria (Alepo), y otros enclaves.
    Ser cristiano más allá de cierta línea fronteriza en el Este y Sur es un verdadero problema, son los mártires del siglo XXI (y ya los hubo siglos atrás). Por ejemplo: el genocidio turco sobre los armenios durante la Primera Guerra Mundial.

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