La celebración de la Misa en nuestro viejo Rito
comenzó a inicios de la década de los 90
del siglo pasado en la Villa de Madrid
en la Ermita de S. Isidro.
El Arzobispo de Toledo, Primado de España,
concedió privilegio de lugar a la Ermita del Santo
para la fiesta del 21 de Noviembre:
La oblación de Santa María.
Desde entonces, alentados por Mons. Rouco Varela
y con la bendición de nuestro Obispo actual,
el Rvdmo. P. Carlos Osoro Sierra,
seguimos en ese surco de entrega.
En recuerdo agradecido
podemos orar hoy así:
<En verdad es justo darte gracias, Padre santo…
pues concediste, en tu amor bondadoso,
a la Madre de tu Hijo Jesucristo,
la Santísima Virgen María,
que, fuera ejemplo simpar,
entre todas las criaturas,
de aquel culto que consiste
en hacer de la propia vida,
una ofrenda permanente
a tu Majestad infinita.
Por eso te damos gloria y honor
con tu Hijo y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.>
Pocas veces o ninguna nos paramos a pensar sobre lo que hubiera sido de la humanidad sin María o si ella no hubiese dicho ese «SI» con mayúsculas y sin condiciones a la propuesta de Dios.
Ayer me hicieron reflexionar sobre algo sobrecogedor, y es que hasta que no fuimos redimidos por la muerte y resurrección de Jesucristo nadie , ni tan siquiera San José , pudo contemplar a Dios.
Si Jesús es «mucho Jesús» profundizando en los evangelios, es decir, Jesucristo, y María es «grade María» por todo aquello. Me quedo con los primitivos títulos y dogmas marianos: Madre de Dios y otros, de los rituales antiguos como el Hispano. Y me dicen menos los dogmas marianos mas recientes, para mí casi innecesarios, pues con Madre y Coredentora ya tengo para muchas oraciones y cariños. aunque es verdad que en España las devociones son anteriores a los dogmas.
Es que hilar fino con Santa María require estudio, mas que procesiones.
Estoy de acuerdo con Eduardo en lo primero pero no en lo segundo y sólo en parte en lo tercero.
1. Grandeza de Cristo y, después, de su Madre profundizando en los Evangelios.
2. Los dogmas que llamas «modernos» no son tales la Inmaculada es lo que los antiguos denominaban Toda Santa (Pan-agia) y la Asunción es su Dormición, quizá la fiesta mariana más antigua celebrada.
3. Yo no utilizaría el término Corredentora: no lo usa el Concilio, tampoco está en las antiguas letanía y es una expresión que puede entenderse mal. Mejor decir «Asociada íntimamente al Redentor». Eso no quita nada a la única redención de Cristo.
Un abrazo.
Gracias Simón