Oración eucarística hispana

Proc ofrend3Es justo y necesario, Dios todopoderoso,
manifestarte la fe de nuestro corazón,
la confesión de nuestros labios,
la devoción de nuestra alabanza,
la obediencia de nuestra voluntad,
bienes que tú mismo te has dignado dejar a nuestro albedrío.
Ojalá te sirvamos tan asiduamente como es debido,
con tanto empeño cuanto mayor es el beneficio recibido,
y siempre con tanta diligencia
cuanto es abundante la gracia en que vivimos,
de modo que podamos devolverte algo
quienes todo lo hemos recibido.


Haces al hombre para ti,
aunque no te cansas al llevar a cabo la obra;
te mueve la piedad, pero la necesidad no te fatiga;
con tus manos gloriosas formas el cuerpo humano,
impones al barro la imagen de la divinidad,
modelas el rostro, diferencias los miembros;
le inspiras el aliento de tu boca
y lo vivificas con el alma racional.
Antes, sin embargo, preparaste la estructura del mundo,
juntando todos los encantos del universo,
en los que introduces a aquél a quien no sólo hiciste,
sino que quisiste hacerlo amable para ti;
para que te sirviera tranquilamente
en medio de la abundancia de todo género de bienes
y para que se conociese a sí mismo como señor
por la razón, no por la ociosidad,
y como deudor de la felicidad a Dios, no a su esfuerzo;
pues al hombre se le impuso la ley del precepto
para que la mente no desconociera el buen sentido;
se le dijo lo que estaba mandado, lo que debía evitar,
para que no ignorase lo que ocurriría
si no respetaba lo que había aprendido.
Pero, aunque la autoridad del que manda
pasó a castigar la temeridad
y la pena de muerte siguió a la falta de la concupiscencia,
el afecto del amor se volvió en favor del condenado;
mejor que el hecho de haberlo creado
fue que la misericordia quisiese salvarlo.
Asimismo demostraste más indulgencia al perdonar la injuria
que al recriminar el pecado;
pues no se había necesitado tanta bondad
para hacer existir a lo que no era,
como se necesitó para liberar al que no lo deseaba.
No perdonas al Hijo, sino que perdonas al culpable,
cuando aquél se entrega a la muerte libremente
y consiente en dejarse crucificar,
seguro en su divinidad
y consciente de que el amor libera redimiendo,
sin que la impiedad destruya al Redentor.

***

Santo y bendito es en verdad
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que, a pesar de su condición divina,
se despojó de su rango tornando la condición de esclavo,
cuando se encarnó en las entrañas de la Virgen,
y, ocultando su divinidad, asumió nuestra debilidad.

(Orac. I dom cot.)

Un comentario en «Oración eucarística hispana»

  1. JESUS Homem e DEUS não se valeu da sua condição serviu deixando-se morrer numa morte ignominiosa.
    SENHOR ajuda-me a morrer pelos meus irmãos servindo-os pois o teu reino é serviço.
    Ele fez-se igual a todos nós excepto no pecado.

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