Oramos con la liturgia hispano-visigoda

Señor, Padre santo, Dios eterno y todopoderoso,
que conoces los corazones de todos
y examinas con diligencia lo que se te pide,
te pedimos que acojas y atiendas con amor
no sólo las plegarias que formulamos
sino incluso nuestros más ocultos deseos.
Cuando nos reunimos para pedirte algo,
tú lo sabes todo antes de que hablemos.

Ofrecemos pues nuestras súplicas
por las necesidades de los pobres,
por las dificultades de los jóvenes,
por los daños de los vencidos,
por la seguridad de los viajeros,
por el alivio y el descanso de los fieles difuntos,
y por los que emprenden viajes peligrosos
para que se mantengan fuertes en las dificultades.

Que la fiebre y cualquier otra dolencia
se alejen de los enfermos,
que la tentación del espíritu del mal
no haga mella en nadie;
que a todos ayude tu consuelo saludable
y les proteja la ayuda del cielo.

R/. Amén.

Porque tú eres la vida de los que viven,
la salud de los enfermos,
y el descanso de todos los fieles difuntos
por todos los siglos de los siglos.

R/. Amén.

1 comentario en “Oramos con la liturgia hispano-visigoda

  1. Esta oración es maravillosa y la hemos escuchado en directo en muchas liturgias de los martes. Produce efecto casi antes de terminarla.
    Pobres, jóvenes, viajeros, enfermos, son la atención especial.
    Lo de los «ocultos deseos» es una chispa del creador de la oración que te rinde al empezar.
    Lo de la fiebre y la tentación nos acerca «al suelo»
    Y la preciosa despedida, «vida, salud y descanso».
    Completa.

Responder a Eduardo Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *