Oratio admonitionis

Oratio admonitionis

Hermanos amados:
al entrar juntos en su santuario de la tienda de la alianza,
si queremos encomendar nuestro sacrificio a Dios,
no dudemos en inmolar víctimas por medio de la misericordia;
entonces es fiel la oblación del pan y del vino,
entonces tiene lugar la auténtica remisión de los pecados
cuando se observa la piedad por Dios
o se ayuda al hermano de todo corazón.

Sembremos pues misericordia para poderla cosechar
y, repartiendo a los pobres los bienes transitorios,
mientras vivimos en esta tierra,
hagamos que Cristo sea deudor nuestro en el cielo;
demos comida a los hambrientos, a los sedientos bebida,
vistamos a los desnudos, visitemos a los enfermos,
el peregrino sea siempre recibido en nuestras casas,
consolemos asiduamente a los que suspiran en las cárceles,
libremos a los pobres de las injusticias,
defendamos a los huérfanos y a las viudas,
perdonemos las ofensas a quienes nos han ofendido
para que podamos pedir con confianza ser perdonados;
anunciemos el camino de la verdad a los que se han desviado
y a los no creyentes la penitencia que salva;
procuremos encaminar hacia la salvación a todos los pecadores,
de manera que cuando el Señor, clemente y compasivo,
se digne venir a nuestro encuentro,
podamos ofrecerle con un corazón limpio el sacrificio eterno.
R/. Amén.

Por la misericordia de la divinidad
del que es un sólo Dios en la Trinidad
y vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

2 comentarios en “Oratio admonitionis

  1. «Inmolar víctimas por medio de la misericordia…» «Sembrar misericordia para poderla cosechar». Qué conceptos más profundos de nuestro rito mozárabe al principio de la misa. Nuestra misericordia nunca podrá compararse a la del Señor sin la cual no podríamos nunca llamarnos hijos de Dios. Es gracias a esa misericordia que nuestros muchos pecados son personados.

  2. Queridos amigos de Amin mozarabía, ayer (cosa rara) os echamos en falta. Que conste en acta con todo cariño y agradecimiento.

    Hoy quedé pensativo tras la oración admonitionis donde se refresca el baremo del juicio final al retorno del Señor: «comida a los hambrientos, a los sedientos bebida, vistamos a los desnudos, visitemos a los enfermos…».
    Y esto sumado a las muy especiales lecturas de la misa del día:
    Sabiduría 7,22-8,1 con la descripción de la sabiduría que recuerda la descripción del amor de san Pablo, y con descripción de adjetivos (títulos) que recuerdan muchos de los famosos 99 nombres de Dios de los musulmanes (no se los inventaron).
    Salmo fragmentos 118-130-135-175 Palabra eterna e iluminación…
    Y por remate Lucas 17, 20-25 «…el reino de Dios está dentro de vosotros… Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del Hombre en su día.»

    Todo ello en un lenguaje «sufí» cristiano, en concordancia total con los sufíes en general: Sabiduría-Espíritu divino. Palabra eterna mas estable que el cielo, el Reino a descubrir y cultivar en el interior… no espectacularmente sino como un camino… y que llegará con el fulgor, desde oriente y enjuiciando (no inmolando victimas, ni con ritos repetitivos), sino con las obras de misericordia.

    Impresionante día, cantidad de material para trabajar el interior y el exterior. ¿Cristianismo sufí para la comunión de los «hombres religiosos de buena voluntad»? Sí, también.

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