Para que no falten ministros del Señor
que partan el Pan de la Palabra,
el Pan de la Eucaristía y sirvan a los pobres.
R. Señor, escucha, y ten piedad.
Para que no deje de celebrarse la Eucaristía
en ninguna comunidad cristiana.
Para que nuestros oídos escuchen la Palabra divina
por medio de los diáconos.
Para que los pobres sean evangelizados
Para que alcancemos el perdón de nuestros pecados
gracias al ministerio de los sacerdotes.
Para que tengamos quienes oren e intercedan por nosotros.
Para que los jóvenes respondan a la llamada divina.
Para que los aspirantes al ministerio sacerdotal
perseveren en tu santo servicio.
Para que las familias cristianas
susciten en su seno el amor al ministerio sagrado.
Señor, llena con el don del Espíritu Santo
a los que te has dignado elevar al Orden Sacerdotal
para que sean dignos de presentarse sin reproche ante tu altar,
de anunciar el Evangelio de tu Reino,
de realizar el ministerio de tu palabra de verdad,
de ofrecerte los dones y sacrificios espirituales,
de renovar a tu pueblo mediante el baño de la regeneración;
de manera que vayan al encuentro de nuestro gran Dios
y del Salvador Jesucristo, tu único Hijo,
y reciban de tu inmensa bondad la recompensa
de los fieles administradores según el Evangelio.
Amén
Llenas de esperanza son esas plegarias que todos debemos rezar con devoción y fé.