Confiando en tu intercesión
acuden a ti en busca de arrepentimiento los que han caído,
los reos para alcanzar el perdón,
los tristes para conseguir alegría,
los enfermos medicina,
los desterrados el solar patrio,
los náufragos puerto tranquilo,
los extranjeros sus tierras propias,
los cautivos la redención,
los ciudadanos el bienestar,
los forasteros el descanso.
Por tu mediación,
perdure en los reyes la clemencia continua,
la paciencia en los gobernantes,
la moderación en los soldados.
Por tu intercesión
acostumbren los avarientos a tener misericordia,
los injuriosos continencia,
los insolentes recato.
Por recomendación tuya,
los ciegos de corazón alcancen la luz de la fe,
los hebreos la fe católica,
los oprimidos el respiro,
los presos la liberación de sus cadenas,
los desviados la enmienda
y los enajenados la curación sin alteración ya alguna posible.
Ayudados con tu auxilio,
los clérigos aspiren y consigan la santidad,
los monjes la observancia,
los religiosos la pureza
y los laicos la más perfecta honradez.
Mediante tu intercesión,
la sabiduría posea en perfección suma sus conocimientos,
la tierra sus rendimientos,
aprovechamientos el alma
y buena opinión nuestra vida.
R/. Amén.
Sem TI SR nada somos e nada podemos tudo é TEU
…por ejemplo, la de S.Pío X, Papa, hombre humilde y bondadoso, como reza su memoria, que hoy, 21 de Agosto, celebramos.
Alguien con una visión de futuro, que supo ver la necesidad de fomentar la participación de los fieles, en los actos liturgicos. Y que impulsó la comunión frecuente, pero, tomando conciencia de lo que significa. Cosa que, hasta entonces, no se hacía nunca en Misa. Solo lo hacía el sacerdote. Debemos, los fieles, estarle agradecidos, por tener esa sensibilidad y solicitud hacia nosotros. Y que no nos sintamos «como extraños y mudos espectadores». Esto nos convierte en los privilegiados invitados al banquete, en el que damos gracias y nos ofrecemos, junto con el sacerdote, para que «Dios sea todo en nosotros».
Tenemos la suerte de tener a nuetro pastor, responsable del Rito Hispano Mozárabe, que nos propone y anima a la lectura del C.Vaticano II, donde todo esto está recogido, y a que nos involucremos, ya que «cuando la Iglesia ora, canta o actúa, la fe de los participantes se alimenta y sus almas se elevan
hacia Dios» SC.