Plegaria cuaresmal:
el ayuno y la victoria contra el Enemigo

Sellando la pila bautismal en la parroquia de santa Eulalia de Toledo

Es digno y justo, necesario y saludable
darte gracias siempre,
Dios eterno y todopoderoso,
por Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro.

El cual, ayunando,
obtuvo un glorioso triunfo sobre el diablo
y con su ejemplo
mostró a sus soldados la forma de luchar.

El Dios y Señor de todo
ayunó cuarenta días y cuarenta noches,
mostrando que el Dios verdadero
había asumido la naturaleza humana
reparando con su ayuno
lo que perdió Adán comiendo.

Atacó el diablo al hijo de la Virgen,
ignorando que era el Unigénito de Dios.
Y aunque con su antigua astucia
y con las mismas mañas
con que hizo caer al primer Adán
pensaba seducir también al segundo,
no pudo sin embargo salir con su empeño,
ni ningún tipo de engaño valió
para tan esforzado paladín.

Ayunó cuarenta días y cuarenta noches
y al final sintió hambre,
aquél que, a lo largo de cuarenta años,
alimentó abundantemente a las multitudes
con pan del cielo.

Éste es el que confiado en su propia fuerza
luchó con el diablo, el príncipe de las tinieblas:
y, una vez vencido,
exaltó hasta el cielo el trofeo de la victoria.

Por esto, todos los ángeles y arcángeles
no cesan de alabarte,
Padre,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén

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Hoy, martes, tenemos Misa en Rito Hispano.

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​Recordamos nuestro canal de «Youtube»
para el encuentro del sábado 6 de marzo, 12 h.:

Canal YouTube de la hermandad Gothia

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Según la Ordenación del Misal Hispano-mozárabe la Cuaresma empieza con el Domingo denominado In Carnes tollendas (n. 154), que significa “cuando se retira la carne”. La espiritualidad hispana propone a todos los cristianos la absoluta abstinencia de todo tipo de carne con sus derivados, no solo los viernes sino todos los días del itinerario hacia la Pascua. Esto que se vivió estrictamente dio origen a diversas costumbres (al no consumirse los huevos se cocían y se guardaban para la pascua), la comida de cordero el domingo de Resurrección, la mona de Pascua regalada por los padrinos a los ahijados, el hornazo, etc.
Recordemos que el jueves “lardero”, como el martes de carnaval, eran días previos a la Cuaresma donde había que consumir todo tipo de carne, huevos, embutidos o manteca que hubiera en el hogar. La palabra lardero deriva del latín lardarius que significa «graso». Así, lardear es untar el pan con manteca.

Con esta abstinencia absoluta de carne entendemos mejor lo relatado en el Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (s. XIV), con el episodio de la batalla entre D. Carnal y Dña. Cuaresma.

En la España antigua, la ejercitación de la Cuaresma se inauguraba con un oficio festivo de despedida del aleluya en las Vísperas o Lucernario.

A partir del lunes de la primera semana, en el canto denominado Laudes, después de la homilía, se sustituye el aleluya con otra aclamación.
Todas las misas, dominicales o feriales, están dominadas por el profundo sentido penitencial de ese período. A partir del IV Domingo, al de la penitencia de la Iglesia, se asocia el tema de la Pasión del Señor.
Es muy significativo el «sellado» de la fuente bautismal durante todo este tiempo de penitencia. Los dos primeros sacramentos (Bautismo y Crismación) se celebran en la Pascua.

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El morado -color penitencial-
es el propio del tiempo cuaresmal.
La tradición hispana antigua
-según determinaban los concilios-
cruza la estola sobre el pecho.

 

1 comentario en “Plegaria cuaresmal:
el ayuno y la victoria contra el Enemigo

  1. Lardear:
    Untar un alimento con lardo o grasa para asarlo, enlardar
    Alardear:
    jactarse, vanagloriarse, pavonearse, ufanarse, engreírse, ostentar, presumir, preciarse, alabarse
    Antónimos: humillarse, rebajarse

    Abstinencia y ayuno de tantas cosas y defectos.
    La estola cruzada, que significativo e inteligente gesto. Siempre aprendiendo¡¡¡

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