La cantiga de Santa María 180 de Alfonso X el Sabio «Vieja y niña», una de las mas bellas del repertorio, juega de forma antitética y con paradógica contraposición, con 8 títulos o nombres de María.
Vieja y niña
Madre y doncella
Pobre y reina
Señora y sierva
En la sexta estrofa cita «Ave Maris stella»
Cierra el canto una coda pidiendo amparo y salud para el rey y su reino de Castilla y León (y Andalucía…)
Grabada por un servidor en sello Pnema PN2-610 , en la capilla del Seminario de Madrid en 1995 con niños de la Escolanía del Monasterio del Valle de los Caídos.
Con su escucha y rezo pido amparo y salud para los creadores de Mozarabia y para «el resto»
Escucha en este enlace: https://youtu.be/co5lKczeBXE
E se é SERVA é RAINHA.
A SUA cruz foi de amor e serviço configurada com SEU FILHO.Participou na obra da salvação.Renunciou a SI própria seguiu o SEU FILHO e MESTRE.
Nós chamados à renúncia do Ego,a carregar a cruz (amando e servindo) sigamos o KIRIOS e Nossa MÃE,configurando-nos com ELES
La cantiga de Santa María 180 de Alfonso X el Sabio «Vieja y niña», una de las mas bellas del repertorio, juega de forma antitética y con paradógica contraposición, con 8 títulos o nombres de María.
Vieja y niña
Madre y doncella
Pobre y reina
Señora y sierva
En la sexta estrofa cita «Ave Maris stella»
Cierra el canto una coda pidiendo amparo y salud para el rey y su reino de Castilla y León (y Andalucía…)
Grabada por un servidor en sello Pnema PN2-610 , en la capilla del Seminario de Madrid en 1995 con niños de la Escolanía del Monasterio del Valle de los Caídos.
Con su escucha y rezo pido amparo y salud para los creadores de Mozarabia y para «el resto»
Escucha en este enlace:
https://youtu.be/co5lKczeBXE
E se é SERVA é RAINHA.
A SUA cruz foi de amor e serviço configurada com SEU FILHO.Participou na obra da salvação.Renunciou a SI própria seguiu o SEU FILHO e MESTRE.
Nós chamados à renúncia do Ego,a carregar a cruz (amando e servindo) sigamos o KIRIOS e Nossa MÃE,configurando-nos com ELES
«Dichosa tú que creíste, dichosa pues no dudaste, dichosa que permaneciste al pie de la cruz tan firme…»