Sepulcro de san Fructuoso en la costa ligur italiana: allí fue trasladado ante las invasiones de los sarracenos
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Recordamos a varios mártires:
De san Sebastián leemos en el Martirologio:
San Sebastián, mártir, oriundo de Milán, que, como narra san Ambrosio, se dirigió a Roma en tiempo de crueles persecuciones, sufriendo allí el martirio. En la ciudad a la que había llegado como huésped, obtuvo el domicilio de la eterna inmortalidad. Fue enterrado en este día en las catacumbas de Roma (s. IV)
En España la veneración a este mártir romano de Milán está presente en el Calendario mozárabe de Córdoba (s. X).
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Audición: Canto de la Europa carolingia
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Fructuoso de Tarragona, s. iii – Tarragona, 21.I.259. Obispo y mártir (junto a Augurio y Eulogio, diáconos).
La pasión que cuenta el martirio del obispo Fructuoso y de sus diáconos Augurio y Eulogio es un precioso testimonio de un autor testigo presencial de la mayor parte de los hechos que relata. El obispo de Tarragona fue detenido junto con sus diáconos el domingo 16 de enero del año 259, durante la persecución de Valeriano, siendo cónsules Emiliano y Baso.
Fueron llevados a la cárcel y allí el obispo bautizó al día siguiente al catecúmeno Rogaciano. El viernes, día 21, fueron conducidos ante el juez Emiliano, quien se limitó a urgirles el cumplimiento del mandamiento del Emperador, que ordenaba sacrificar a los dioses.
Ante la negativa de Fructuoso y sus diáconos, condenó a los tres a ser quemados vivos en el anfiteatro.
Inmediatamente la sentencia fue ejecutada en presencia de los cristianos de la ciudad, ya que la persecución iba dirigida únicamente contra sus dirigentes. Consumado el martirio, recogieron al atardecer las cenizas de los mártires y les dieron honrosa sepultura.
El culto de estos santos se extendió por toda la Península Ibérica, traspasando sus fronteras. El poeta Prudencio les dedicó un himno del Peristephanon, escrito entre los años 398 y 405, y san Agustín tiene un sermón para el día de su fiesta.
Al sepulcro de Fructuoso se puede ir -incluso a pie- desde la bella ciudad de Portofino:
Este icono de los mártires tarraconenses muestra al Obispo y a sus dos diáconos, bien caracterizados por la estola sobre el hombro izquierdo.
El codice de Utrech es inagotable en sus miniados.
Aparecen instrumentos de cuerda pulsada, de viento y de percusión, incluido un hidraulos. El arco aun no se había inventado para las violas como cuerda frotada.
El canto carolingeo un invento.
Lo he disfrutado, aun si poder seguir el poema latino.
Un lujo para el día de Fructuoso y Sebastián.
Prudencio cada vez más citado.