Santas mujeres

28VenerdiSantoQue Eva nos dé la esperanza para escoger la vida
y conservarla después de perder el paraíso.

Que la mujer de Noé nos conceda
el arte de saber guiar a las criaturas de la tierra. 

Que recibamos de Sara la fe para seguir
su sueño por el desierto
y para creer que lo imposible es posible.

Que Rebeca nos ayude
a vencer la opresión de la costumbre. 

Que Lía nos dé aguante
y perseverancia en la soledad. 

Que Raquel nos enseñe compasión
y amor hacia nuestros hermanos y hermanas
a fin de aliviar su dolor.

Que aprendamos de Dina a correr los riesgos
de romper el aislamiento
y buscar amistad con otras gentes. 

Que Rajab nos enseñe
a abrir las puertas de nuestra casa
y nuestro corazón a los extranjeros,
a los diferentes
y de entender la buena noticia que traen.

Que Miriam nos ayude a encontrar siempre
palabras de gozo, alabanza y bendición. 

Que Débora nos ayude a ver al Señor
marchando siempre delante de nosotras
y a tomar la palabra con valentía. 

Que con Ana tengamos la audacia
de pedir al Señor lo imposible.

Que junto a Rut sepamos conservar lo mejor
que nos han dejado nuestros mayores. 

Que Judit nos anime a participar
en los caminos de liberación de nuestros pueblos.

Que Isabel, la madre de Juan,
nos enseñe cómo hacer fértil lo que parece estéril.

Que María, la santa Madre de Jesús,
nos muestre el fruto bendito de su vientre. 

Que la mujer cananea nos regale
su atrevimiento, su audacia y su libertad. 

Que, como la samaritana, volvamos a casa
anunciando que Jesús nos ha devuelto
el sentido de la vida y nuestra dignidad.

Que con María Magdalena
no tengamos miedo a amar ni a pedir perdón.

2 comentarios en “Santas mujeres

  1. Senhor Pai S anto envia fortemente o TEU ESPIRITO a fim de que eu partilhe a TUA SABEDORIA e tenha o dom do discernimento a fim de poder-me configurar CONTIGO e com todas estas personagens biblicas.

  2. La mujer santa ha tenido en la historia su representación, mayoritariamente, en las monjas, religiosas, pues la mayoría de las santas lo han sido. La Edad Media buscaba, a través de la santidad de la mujer, cosa más sobrenatural que el mundano día a día aún sin olvidar, que santa Teresa de Jesús confesó que nunca pudo rezar un rosario completo sin distraerse; o Santa Rita de Casia quien, casada con un hombre violento, padeció sus crueldades hasta lograr reconciliarlo con Dios en un ejemplo de paciencia y compunción.

    El papel de la mujer nunca ha sido fácil, “Las mujeres deben adornarse con modestia y prudencia. 1 Timoteo 2, 9”. Estas eran las virtudes que debía reunir una mujer ideal junto con la humildad, la obediencia, la caridad, la abnegación y la castidad. Atributos que aparecen por sí mismos cuando con su buen hacer deja el sello del amor y la paz allí donde esté, participando en la unión de la familia humana.

    La Biblia dice cosas bonitas a favor de la mujer, por eso cuando una mujer descubre su ser en Cristo, su autoestima y confianza en sí misma fundamentan su identidad en Él. Se realza entonces la condición de mujer en toda su belleza e integridad; el recuerdo de ser centinela de la santidad y que como cristiana católica tiene la llamada de atraer a los hombres a la santidad, tanto por la forma de tratarse con ellos como por el modo de comportarse.

    Actualmente, hay quienes denigran a la mujer con embriagadores perfumes que solo la conducen a una dispersión y egoísmo enmascarado, asimilando la femineidad a la fragilidad y al silencio, y haciendo de ella un objeto más que una obra de Dios. La mujer sabe que la santidad implica unas debilidades intrínsecas a cualquiera de nosotros, igual que las santas de antaño, si bien con la diferencia de que estas debilidades aquéllas las ponían en las manos de Dios y hoy se tildan con frecuencia de incapacidades.

    Tomemos ejemplo del precioso contenido de UN PENSAMIENTO EN “ SANTAS MUJERES” para encontrar el camino de la verdad y autenticidad.

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