El concilio de Mérida (666) decretó que la oración litúrgica vespertina
debería empezar con este esquema:
1.Ofrenda de la luz (oblatio luminis diaconal)
2.Vespertinum o versículos sálmicos.
Referencia a luz de la tarde.
3.Sonum o aclamación para los días festivos
con la oblación del incienso (?).
Asimismo, en los Oficios se utilizaba un salterio
con colectas para cada salmo.
Estas oraciones suponían una forma
concreta de interpretar el salmo (Woolfenden).
El concilio de Barcelona (549) instituye
una <Bendición de los fieles> como
ya había hecho el concilio de Agde (506).
El de Toledo (633) introduce
la oración del Señor (paternoster).
Esta concluiría la supplicatio con los Kyries.
Después de la salmodia y las lecturas,
y antes de las oraciones conclusivas,
se cantaba el himno
(cf. Concilios de Toledo 633 y 653)
En ocasiones tenía lugar un apéndice procesional.
La celebración más importante tenía lugar
–en la Iglesia visigoda y mozárabe-
la noche del sábado, como recepción del día del Señor.
ELE é LUZ para os meus caminhos de peregrino neste deserto,e chama-me a ser LUZ pois a recebi no dia da minha iluminação (batismo)
Muchas gracias, padre por estas anotaciones.
¿Podría irnos explicando en sucesivos post la celebración del oficio divino en nuestros padres hispanos?
Muchas gracias!!