Tengo una misión

captura-de-pantalla-520“Dios me ha creado para una misión concreta.
Me ha confiado una tarea
que no ha encomendado a otro.
Tengo mi misión.
Puede que nunca la conozca en esta vida,
pero me será revelada en la futura. (…)

Por eso confiaré en Él.
Sea lo que sea, esté donde esté,
jamás seré abandonado.
Si estoy en la enfermedad,
mi enfermedad puede servirle;
si en la perplejidad,
mi perplejidad puede servirle;
si estoy en el dolor, mi dolor puede servirle.
Mi enfermedad o perplejidad,
mi dolor puede ser la causa de un gran fin,
que está muy por encima de nosotros.
Él no hace nada en vano;
Él puede prolongar mi vida,
o la puede acortar;
Él sabe lo que quiere.
Puede quitarme mis amigos,
puede dejarme entre extraños,
me puede hacer sentir desolado,
hacer que mi espíritu se hunda,
ocultarme el futuro.
Aun así, Él sabe lo que quiere”.

B. John Henry Newman

5 comentarios en “Tengo una misión

  1. O sofrimento oferecido em sacrificio torna-se redentor.Louvado sejas SENHOR,
    A missão de iluminados é o anúncio e a denúncia do errado,do louvor e do serviço-profeta ,sacerdote e rei configurados com oSERVO o UNGIDO oMESSIAS o ENVIADO do PAI o CRISTO o SALVADOR SANTO DOMINGO vivido na ALEGRIA e PAZ( frutos da PÁSCOA).

  2. Por ésto, invocamos, cada día, al Espíritu Santo:
    para que disponga nuestro corazón a aceptar Su Voluntad. A pedirle que nos ayude a ser dóciles, y aceptemos que, Él, es Quien sabe lo que nos conviene.
    Pero, además de pedirle la Sabiduría, Entendimiento e Inteligencia, nos concede el gran favor, de poderle pedir, también, el Don de Fortaleza.
    Y, Ése, es nuestro escudo ante el mal.
    El don de Consejo, que nos ayude a discernir y a cribar, lo que le agrada, pero también, lo que le entristece de nuestros actos.
    El Santo Temor de Dios, ah, el deseo de morir, antes que ofenderle… nos anima a pedir el Don de Piedad, para con Él, y para con los hermanos.
    La docilidad, mencionada más arriba, a la que somos llamados, practicada desde la petición de los Dones, nos regala, los maravillosos Frutos del Espíritu Santo.
    Así sí.
    Así, estaremos preparados, para la misión que nos tiene preparada, el Padre, a cada uno de nosotros.

  3. «Hágase Tu Voluntad» en la Tierra como en el cielo»

    ¿Cómo podemos saber Su Voluntad? A través de la oración

    El escucha a quien hace Su Voluntad

  4. «Señor, lo que tu quieras ,cuando tu quieras y como tu quieras» pero que difícil nos resulta aveces y por ello intentamos autoconvencernos de que no es eso lo que Dios pretende de nosotros.

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