Un gesto para el hogar: el lucernario en el Adviento.

Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico.

Su celebración “tiene una peculiar fuerza y eficacia sacramental
para alimentar la vida cristiana” (S. Pablo VI).

Para tener presente esta idea en cada hogar merece la pena difundir la Corona de Adviento. En efecto, la colocación de unos cirios -sobre una corona de ramos verdes- es una catequesis y una celebración.

Sus luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cf. Mal 3,20; Lc 1,78).

2 comentarios en “Un gesto para el hogar: el lucernario en el Adviento.

  1. Seamos orientales… sabios como la tierra.
    Seamos occidentales… cantores como el aire.
    Seamos del norte… enamorados del fuego.
    Seamos del sur… purificados por el agua.

    Útiles como la luz, sabios como el silencio, fuertes como el viento, flexibles como el junco, sencillos como palomas, astutos como serpientes, audaces como héroes, entrañables como madres, misericordiosos como padres, alegres como niños. Fuertes como madres, fuertes como padres. Amigos útiles como el agua, amigos lúcidos como la luz.

    Adviento y Navidad. Verde y oro. Sacerdocio (también laico) y litúrgia. Disponibilidad y entrega. Presencia… y recogida en la celda interior.

    Sabios como el silencio, pero con los ojos hablando. Misterio del encuentro.

  2. Bonita tradición, en contraste con las decoraciones descristianizadas impulsadas por el comercio hoy día. Mejor símbolos ricos en significado y contenido.

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