^{Oblación del incienso en la catedral de Córdoba}

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Ven, luz verdadera.
Ven, vida eterna.
Ven, misterio oculto.
Ven, tesoro sin nombre.
Ven, realidad inefable.

Ven, Persona inconcebible.
Ven, felicidad sin fin.
Ven, luz sin ocaso.
Ven, espera infalible de todos los que deben ser salvados.
Ven, despertar de los que están acostados.

Ven, resurrección de los muertos.
Ven, oh poderoso, que creas
y transformas todo por tu solo poder.
Ven, oh invisible y totalmente intangible e impalpable.
Ven, tú que siempre permaneces inmóvil
y a cada instante te mueves todo entero
y vienes a nosotros, postrados en los infiernos.
Ven, oh Nombre bien amado y respetado por doquier.

Ven, gozo eterno.
Ven, corona imperecedera.
Ven, púrpura del gran rey nuestro Dios.
Ven, púrpura real.
Ven, tú que has deseado y deseas mi alma miserable.

Ven, tú que me has separado de todo
y me has hecho solitario en este mundo.
Ven, tú convertido en ti mismo en mi deseo,
que has hecho que te deseara;
tú, el absolutamente inaccesible.
Ven, mi soplo y mi vida.
Ven, consuelo de mi pobre alma.
Ven, mi gozo, mi gloria, mis delicias sin fin.

^{San Simeón, “el nuevo teólogo”}

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^{El silencio reclama la presencia del Espíritu.}

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^{El pelícano: símbolo eucarístico}

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HOY es la fiesta de san Pascual,
patrón de las obras eucarísticas.
Le encomendamos los Congresos Eucarísticos.