Zamora, formación mensual, Recemundo «et alia»

Misa en la iglesia de san Cipriano de Zamora (inauguración de la celebración estable de la celebración eucarística hispana)

AUDICIÓN:
Per gloriam (Schola Antiqua)

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MAÑANA, sábado 5 de junio, a las 12h.
formación mensual:
«Los santos del calendario hispano-mozárabe»
P. Raúl Blazquez

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El Calendario mozárabe de Córdoba o de Recemundo:

 

“Dio a conocer entre nosotros este precioso documento el consumado arabista e historiador de los Mozárabes de España don Francisco J. Simonet, quien con su fina percepción artística e histórica lo calificó muy acertadamente de «joya literaria».

Trátase de un Calendario meteorológico, agronómico y, a la vez, religioso o litúrgico, compuesto en Córdoba en 961, según la opinión autorizadísima del mismo Dozy, y debido a la pluma del mozárabe cordobés Recemundo, Obispo de Ilíberis [Granada], hombre culto e instruido en toda clase de disciplinas de su tiempo y personaje notable en la corte de Abderrhaman III y Alhaquem II, en cuyo servicio realizó difíciles embajadas y delicadísimas comisiones.

Diolo por vez primera a la estampa en 1838 en París el bibliógrafo italiano Guillermo Libri, como apéndice al tomo I de su Histoire des sciences mathématiques en Italie, con el siguiente título Liber anoe Harib filii Zeid episcopi quem composuit Mustansir imperatori tomándolo de un manuscrito del siglo XIII encontrado en la Biblioteca Imperial de París.

Reinhart Dozy comunicó el hallazgo a nuestro Simonet, quien en 1871 publicó en el tomo V de la antigua Revista católica la Ciudad de Dios la parte litúrgica de éste.

Cotejando las noticias que nos han quedado de este Obispo mozárabe, su época, su residencia, sus estudios, aficiones y viajes con los de otro prelado del mismo tiempo, resulta que Rabi ben Zaid [a quien el rey Sabio cita con el nombre de Abenzayt] no es otro que el Recemundo de que habla la vida de San Juan de Gorz, y a quien dedicó un libro histórico el célebre Luitprando. Así lo ha demostrado con mucha erudición y buena crítica el referido Mr. Dozy en un artículo titulado: Die Cordouaner Arib ibn Sad der Secretar und Rabi ibn Zeid der Bischof…

Recemundo, pues, de lego que era fue promovido a Obispo, obteniendo la sede iliberitana. Revestido ya de tan alta dignidad, en la primavera del año 955 emprendió su viaje y embajada a la corte del emperador Otón, la que terminó felizmente, allanando con su discreción y maña cuantas dificultades se opusieron al feliz éxito de su misión y regresando a Córdoba en junio del siguiente año. Algunos años después, en obsequio del mismo sultán, hizo otro viaje más largo aún, visitando a Constantinopla y Jerusalén trayendo a su regreso unas pilas de mármol de admirable labor, que Abderrahman III hizo poner en los suntuosos alcázares de Medina Azahara nuevamente construidos.

El texto original del calendario escrito por Rabi ben Zaid, ha debido perecer como tantos otros documentos hispano-arábigos: al menos, nosotros le hemos buscado inútilmente en los catálogos de muchas colecciones arábigas, así españolas como extranjeras. Pero afortunadamente ha llegado hasta nosotros una traducción latina de tan precioso documento; hízola según parece en el siglo XIII el insigne médico y astrónomo Gerardo de Cremona (o según otros de Carmona) autor de muchas versiones de obras arábigas científicas, entre ellas el Almagesto de Ptolomeo, el Comentario de Geber, el Canon de Avicena, el Libro de los remedios simples de Serapión el Joven y las obras médicas del Razi. Algunas de estas traducciones las hizo en Toledo, y probablemente bajo la protección del rey Don Alfonso el Sabio, y por esto sin duda, en algunas ediciones de sus obras se le llama Toledano…

Concuerda frecuentemente con el breviario gótico; pero además contiene muchas fiestas que no se hallan en aquel, por haberse introducido después de su redacción, es decir, en los últimos tiempos de la monarquía visigoda. Tales son la de San Ildefonso, Arzobispo de Toledo; la conversión de San Pablo Apóstol; San Gregorio Magno; Santa Teodosia, Virgen; San Isidoro, Arzobispo de Sevilla; San Gregorio, Obispo de Granada; los Santos Víctor y Basilio en Sevilla, San Mancio en Elbora; Santa María Magdalena; San Mamés; San Sixto Papa; San Félix de Nola; la Natividad de Santa María Virgen; San Pedro Advincula; la traslación de San Saturnino Mártir en Tolosa y la de San Zoilo Mártir en Córdoba. Inclúyense también las fiestas de algunos Mártires y venerables que florecieron bajo la persecución sarracena, como San Perfecto al 30 de Abril, Esperaindeo al 7 de Mayo, Álvaro de Córdoba al 7 de Noviembre, los Santos Adulfo y Juan al 27 de Setiembre y San Emila al ir del mismo mes. Menciona asimismo los lugares de España en que se hallaban a la sazón muchos cuerpos de Santos; llenando de este modo algunos vacíos de la España Sagrada, y desmintiendo traslaciones de Reliquias que se suponen hechas en época anterior. Según este calendario, el cuerpo San Crispín se conservaba todavía en un monasterio de Écija; los de los Santos Emeterio y Celedonio en Calahorra; los de San Servando y San German en la costa de Cádiz; los de San Facundo y San Primitivo en tierra de León; el de Santa Eulalia en Mérida; el de Santa Leocadia en Toledo; y en diversos santuarios de Córdoba los de San Zoilo, San Acisclo, San Perfecto, San Pelayo y el Abad Esperaindeo. Nada se dice del sepulcro de Santiago el Mayor en Compostela; pero esto sin duda Recemundo lo calló por sabido; pues lo aseguran terminantemente otros autores arábigos de aquel tiempo. En el calendario de Rabi ben Zaid hallamos un nuevo e insigne testimonio de la devoción con que los mozárabes andaluces celebraban la memoria de los Siete Varones Apostólicos (Torquati et sociorum ejus) que evangelizaron esta región; pues nos asegura que había siete días consagrados a su culto y festejo desde el 27 de Abril al 3 de Mayo. (Véase al 27 de Abril, 1.º y 3 de Mayo.)

Otro arabismo es llamar Su/ a la ciudad de Tiro, como se lée al 26 de Julio. Otro muy caracterizado es la frase super quam (o quemsit salus que el 15 de Agosto y el 18 de Diciembre se aplica a la Virgen María y el 25 del mismo mes a Nuestro Señor Jesucristo, pues tal frase es traducción literal de la fórmula alaihi assalam o alaiha assalam (saludado sea) que los árabes acompañan por respeto a los santísimos nombres de Jesucristo y María. Arabismo es también el llamar terram barbarorum o país de los Bereberes a la Mauritana como se lee al 23 de Octubre. Arabismos igualmente son las voces almagra (9 de Marzol; alhansora o la fiesta de Juan Bautista (24 de Junio); villa ex villis (23 Octubre), Tange por Tingis (30 de Octubre), Alcampania, o la campiña de Córdoba (11 de Noviembre); Tálica por Itálica (26 de Agosto); y.algunos otros…»

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