1 de noviembre: Todos los santos

 

Hoy se suelen exponer en las iglesias, a la veneración de los fieles, algunas reliquias de los santos colocándolas, debajo o al pie del altar (no se ponen sobre la mesa santa porque esta se reserva para lo que tiene que ver solo con la Eucaristía) [cf. Ap 6,9]. De esto habla ya san Ambrosio de Milán (Carta 22, 13 PL 16,1023).

Cuando la Iglesia nos invita a venerar los restos mortales de los mártires y de los santos, no olvida que, en definitiva, se trata de pobres huesos humanos, pero que pertenecían a personas que han intentado transmitir con denuedo la potencia viva de Dios.

Las reliquias de los santos son huellas de esa presencia invisible -pero real- que ilumina las tinieblas del mundo, manifestando el reino de los cielos que está dentro de nosotros.

Proclaman, con nosotros y por nosotros: Maranatha ―»Ven, Señor Jesús»―. 

Con ellos confesamos a Jesús como Kyrios:

(Canto visigótico, Silos)

 

Desde la iglesia catedral-magistral de Alcalá de Henares:

La solemnidad de Todos los Santos es un día para dar gracias por nuestro Bautismo, el sacramento que nos santifica.
“En el Bautismo nos convertimos en miembros del Cuerpo de Cristo, en hermanos y hermanas de nuestro Salvador e hijos de Dios. Somos liberados del pecado, arrancados de la muerte y destinados desde ese instante a una vida en la alegría de los redimidos. [cf. Catec. 1262-1274, 1279-1280] Ser bautizado quiere decir que la historia de mi vida personal se sumerge en la corriente del amor de Dios. «Nuestra vida pertenece a Cristo y ya no nos pertenece a nosotros. Acompañados por él, asumidos por él en su amor, estamos libres de todo temor. Él nos abraza y nos lleva allí donde vayamos; Él, que es la misma Vida»”

(Youcat, n. 200)

Son interesantes, en el ámbito hispano, las enseñanzas sobre el sacramento del Bautismo de san Paciano de Barcelona, san Martín de Dumio, san Isidoro de Sevilla y san Ildefonso de Toledo, entre otros.

En la antigua España, los tres sacramentos de Iniciación (Bautismo, Crismación y Eucaristía) eran celebrados en la misma acción litúrgica. Esta tríada sacramental es el primer gran encuentro sacramental con Cristo y la gracia de su Espíritu.

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En la tradición propiamente hispana,
esta fiesta de hoy aparece en el Calendario de Silos II como Omnium sanctorum, 
en el Misal Mozárabe de Cisneros y, como vemos en la fotografía,
en el Calendario de celebraciones mozárabes de la Catedral de Salamanca.

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Testigos que se santifican…

 

3 comentarios en “1 de noviembre: Todos los santos

  1. La comunión de los santos. Parte final del Credo.
    Alude a la participación de los miembros de la iglesia en las cosas santas (sancta), la comunión de los bienes espirituales que se comparten: la fe, el bautismo como inicio de la vida cristiana, y la eucaristía como cumbre de la vida espiritual.
    Designa la unión entre las personas santas (sancti), vivas o muertas, entre quienes por la gracia están unidos a Cristo muerto y resucitado.

    • En los tiempos de desierto y de horfandad espiritual comunitaria, (2004 -2016) me «agarré», me sostuve, me aferré a la Comunión de los Santos para no distanciarme demasiado de la iglesia y poder comulgar (de verdad, no sólo con el Redentor) en las celebraciones.

      Según se avanza en edad, hay mas «santos» en la «vida del mundo futuro» que nos sostienen.

  2. Con y unión – la combinación de las dos palabras crea algo mucho más grande y profundo que la mera proximidad en el espacio. Indica la existencias corrientes de entendimiento, comunicación y cercanía que abarca muchas y variadas dimensiones. La humanidad no existiría de no haber comunión. La Comunión de los bautizados es la más profunda y determina una unión que no tiene comparación con ninguna otra. Queda bellamente reflejada en el icono al principio de esta entrada.

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