El deshielo y otros males sobre la creación

La alabanza a Dios por ser el creador es uno de los temas de los grandes temas de la plegaria eucarística hispano-mozárabe.
También los himnos de nuestra antigua tradición acentúan este aspecto:
Creador de la luz rutilante, caudillo bueno… (Invéntor rútilis dux bone lúminis)
Creador sempiterno de las cosas… (Ætérne rerum Cónditor)
Creador del cielo resplandeciente… (Fulgéntis auctor ætheris)
Según la leyenda que recoge san Isidoro cada uno de los apóstoles -ante de separarse para la misión- habrían compuesto el Credo o Símbolo de la fe. Cada uno de los Doce habría enunciado un artículo. San Pedro habría comenzado confesando la fe: Creo en Dios Padre, todopoderoso, CREADOR del cielo y de la tierra…
Desde ahí, recordamos esta enseñanza de su sucesor en la cátedra romana:

 

 “El derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación de alto riesgo de gas metano, y la descomposición de la materia orgánica congelada podría acentuar todavía más la emanación de dióxido de carbono.
A su vez, la pérdida de selvas tropicales empeora las cosas, ya que ayudan a mitigar el cambio climático. La contaminación que produce el dióxido de carbono aumenta la acidez de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina.
Si la actual tendencia continúa, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros.
El crecimiento del nivel del mar, por ejemplo, puede crear situaciones de extrema gravedad si se tiene en cuenta que la cuarta parte de la población mundial vive junto al mar o muy cerca de él, y la mayor parte de las megaciudades están situadas en zonas costeras”.
 Papa Francisco en «Laudato Sí»

 

Mirar y respetar la creación:

propósito de este verano recién comenzado

 

El hombre,
redimido por Cristo y
hecho en el Espíritu Santo nueva creatura,
puede y debe amar las cosas creadas por Dios.
Pues de Dios las recibe,
y las mira y respeta
como objetos salidos de las manos de Dios.

Dando gracias por ellas al Bienhechor
y usando y gozando de las creaturas
con pobreza y libertad de espíritu,
el hombre entra de veras en posesión del mundo,
como quien nada tiene y es dueño de todo.

(GS 37)

 

 

Consejos de la FAO

 
 
Llama la atención el llamamiento de la FAO
(la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación)
en cuatro campos:
  • promoción del consumo de legumbres (lentejas, soja,habas, judías y garbanzos).
  • reducción del consumo de carne
  • aprovechamiento de los recursos locales comiendo productos de temporada
  • planificación de las comidas comprando solo lo necesario para no malgastar alimentos
Uno no puede, por menos, de acordarse de la dieta mediterránea, de la cocina de la abuela y de aquellos tiempos históricos cuando los miércoles, los viernes y toda la Cuaresma no se comía carne ni derivados.
Ahora, a la generación de la comida «rápida y basura»,
es la FAO la que recomienda una dieta más saludable
¡Todo vuelve!

 

¿Qué puedo hacer por los refugiados?

Comencemos por tratarles como seres humanos.
Conviene no olvidar que España, en toda su historia,
también en la más reciente, ha sido un país
que ha buscado refugio y que ha vivido la emigración.
Nuestro pueblo, conjunto de muchos pueblos,
se ha caracterizado por la acogida.
Un valor evangélico que, además de no perder,
hemos de inculcar a las nuevas generaciones.
Que no quede en un simple recuerdo el próximo 20 de junio…

 

Tolkien: estreno HOY 14 de junio

«La película ‘TOLKIEN’ explora los años de formación del autor huérfano mientras encuentra amistad, amor e inspiración artística entre un grupo de compañeros marginados en la escuela.
El estallido de la Primera Guerra Mundial amenazará con destrozar su ‘comunidad’.
Todas estas experiencias inspirarían a John Ronald Reuel Tolkien a escribir sus famosas novelas de la Tierra Media».

 

 

Memoria de san Bonifacio, obispo y mártir. 

 

Este monje del Sur de Inglaterra – de nombre de Winfrid por el bautismo- es el evangelizador de Alemania. En Roma el papa san Gregorio II lo ordenó obispo y dio el sobrenombre de Bonifacio, enviándolo después a Germania para anunciar la fe de Cristo a aquellos pueblos. Rigió la sede de Maguncia (Mainz) y, hacia el final de su vida, al visitar a los frisios en Dokkum, consumó su martirio al ser asesinado por unos paganos. ( 754).

 

En el icono vemos en la «A» de «San» el árbol de Pascuas: la tradición dice que después de talar la encina sagrada de Thor -donde se hacían sacrificios humanos- plantó un abeto en honor de Cristo, el viviente (Ap, 1,18). Catequéticamente presentó a Cristo como el verdadero árbol de la vida (Ap. 2,7). La tradición lo adornó con manzanas (en recuerdo del árbol del paraíso) y velas (luz de Redención).

 

El hecho se sitúa en Geismar (hoy parte de la ciudad de Fritzlar, en el norte de Hesse) en el 723 A.D.
En el icono vemos un libro en su mano izquierda atravesado por la espada: son las obras de san Isidoro de Sevilla que el santo llevaba en sus manos al morir.

 

Tiempo pascual y María de Magdala

La «Pentecostés» o Cincuentena Pascual
es un tiempo muy apto para reconocer el papel protagonista
que las mujeres (miróforas) tuvieron en la experiencia del Señor resucitado.
Entre ellas destaca María de Magdala.
En estos días de la Ascensión,
os propongo rezar con este hermoso texto eucarístico (Prefacio)
donde se recuerda que El que está a la derecha del Padre,
se manifestó vivo a esta mujer
e hizo de ella una apóstol de apóstoles.
En el Libro de los Hechos vemos la importancia del apostolado:
la difusión de la buena noticia de Jesús como Señor.

 

La versión española (de Colombia) tiene una belleza peculiar:

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