Contemplación y petición
con los ángeles
en octubre

Recordamos, oh Cristo Dios,
el misterio de tu gloriosa pasión,
por el que, derrotadas las fuerzas del mal,
nos haces triunfar de su malicia
con el estandarte de la cruz,
pues, mientras Tú, nuestra cabeza,
eras exaltado en el madero,
se nos abrían de par en par
las puertas cerradas de la vida.

Tu humanidad, aunque tomada de la tierra,
es ahora coeterna por los siglos con el Padre y el Espíritu Santo.
A ti clamamos con gemidos,
te exponemos nuestros deseos,
y te manifestamos muestras aflicciones.
Tú conoces lo que deseamos,
pues nos ha hecho de la nada;
nos acusamos de nuestros pecados ante ti,
a quien casi no nos atrevemos a levantar los ojos.

Por eso suplicamos con toda humildad
que nuestras plegarias merezcan tener como valedor
a tu arcángel san Miguel,
y que por su intercesión los fieles obtengan de ti la paz.

Por él alcancemos tiempos tranquilos y bienestar.
Por él la Iglesia católica se mantenga firme y estable
y los incrédulos encuentren motivos válidos para creer.
Por él, el orden episcopal se vea enriquecido
y prefiera las virtudes a los honores.
Por él el clero florezca en santidad
y en los monjes la firmeza en su propósito.
Por él, los príncipes sean moderados en sus leyes
y la fidelidad de los pueblos
se fortalezca con la ayuda de la fe católica.
Por él, los cónyuges alcancen la continencia
y las vírgenes la perseverancia.
Por él, la mente soberbia se domine por la humildad
y los pecadores desesperados
obtengan el consuelo de la esperanza.
Por él, los mismos pecadores vengan a la penitencia,
los reos al perdón,
los violentos a la misericordia
y los airados a la paciencia.
Por él, alcancen el perdón los vencidos,
los cautivos la libertad
y las viudas y huérfanos protección.
Por él, alcancen los marineros un viaje feliz
y la mar propicia y los náufragos el puerto deseado.
Por él, el desterrado pueda volver a su patria.
Por él, los que están enemistados
obtengan la paz y los que viven en la concordia
perseveren en la caridad.
Por él los enfermos obtengan los remedios necesarios
y los difuntos gocen del descanso eterno.

Y así por él, tu bondad nos conceda todo lo que pedimos,
de modo que, superadas las insidias del adversario,
podamos alegrarnos en la patria del cielo.

R/. Amén.

***

Añadimos, en nuestra plegaria particular,
intenciones propias por aquellos que están solos…
Proponemos hacer hoy una llamada / un mensaje
a quien hace tiempo que no vemos,
a un anciano que está solo,
a un enfermo…

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