Cuatro ríos

«La Iglesia,
a la manera del Paraíso,
contiene dentro de sus muros
árboles cargados de frutos.
Riega estos árboles con cuatro ríos,
que son los cuatro Evangelios,
por medio de los cuales
ella dispensa la gracia del bautismo»

(S. Cipriano, Epist., 83, 10).

Cipriano, el santo obispo de Cartago,
como toda la Iglesia del Norte de África,
influyó notablemente
en las comunidades cristianas de Hispania.

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Celebración del culto hispano en la diócesis de Zamora

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Inta Elaahi (Eres mi Dios) … canción cristiana árabe

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Hoy recordamos a Melquisedec, sacerdote del Altísimo

En la liturgia gotho-hispana
el encuentro de Melquisedec y Abrahán
es el tema del canto de ofrendas (Sacrificium)
del III domingo del tiempo cotidiano:

«V/. Melquisedec, rey de paz, sacerdote del Dios altísimo,
ofreció pan y vino,
y bendijo a Abrahán, diciendo:
«Bendito sea Abrahán por el Dios altísimo
creador de cielo y tierra»,
aleluya, aleluya, aleluya.

V/. El Señor dijo a Abrahán:
«Alza la vista y mira
a oriente, al sur, al norte y al oeste.
Toda la tierra que ves te la daré a ti
y a tus descendientes para siempre.»
Se marchó Abrahán
y fue a establecerse junto a la encina de Mambré, en Hebrón,
donde construyó un altar en honor del Señor»
(Gn 14, 18-19; 13, 14-15. 18).

El domingo XII del tiempo cotidiano,
al comienzo de la Plegaría Eucarística,
-en la Illatio– dice:

<Lo que prefiguró Abel,
lo que mostró el cordero pascual,
lo que celebró Abrahán,
lo que manifestó Melquisedec,
se ha cumplido en Jesucristo nuestro Señor,
verdadero Cordero y Sacerdote eterno>.

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Procesión con el Evangeliario en la Misa Hispana de Granada (1 feb ’22)

 

1 comentario en “Cuatro ríos

  1. La canción Inta Elahi, de amor a Dios Padre, podría ser sufí musulmana o judía, o evangélica, o de un convento de carmelitas.
    Tal vez sea esta su virtud, no enfrentada, (no trinitaria).
    Puede cantarse también en la parroquia o en JMJ, sin «anestesia».

    Lee su texto traducido:
    «Deseo si puedo darle todo el mundo a mi Señor. Pero eso no es suficiente en comparación con tu compasión. Y si pudiera darte algo como un regalo. Tengo solo mi corazón para ofrecer a tus pies.

    Eres mi Dios, eres mi padre
    Eres mi amado y toda mi esperanza está en ti.
    Señor te amo y viviré siempre en tu presencia.
    Tú eres el que me amó, yo también te amo.

    Señor, te obligué a darte mi vida. Te seguiré con todo mi corazón y alma. Señor te sirvo fielmente en todos mis días. Necesito tu alegría para entrar a mi corazón.

    Eres mi Dios, eres mi padre…»

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