De un himno gótico de Adviento

El astro salvador: señal del cielo

¡Alegraos… salud, pueblos de la tierra!

Dirigid vuestra vista entre las estrellas, esperad la señal de la gloria.
Resuenan ya las voces de los profetas que anuncian la llegada de Cristo,
preludio de la redención, de la gracia que nos ha redimido.
Ved que resplandece nuestra aurora y nuestros corazones se desbordan de alegría,
al son de una voz fiable que anuncia a quien es nuestra gloria.
Que la alegría de salvación tan grandiosa que fue la redención del mundo
nos inspire un cántico sublime de acogida.
En su primera venida
llegó no para castigar al mundo
sino para sanar sus heridas
y salvar lo que estaba perdido.

Y ahora la segunda venida nos advierte que Cristo está a las puertas,
para entregar a los santos la corona y abrir los umbrales del reino de los cielos.
Ya aparece el astro salvador,
promesa de una luz perpetua
y un fulgor deslumbrante nos convoca a la herencia celeste.
Nuestro único deseo es contemplarte a Ti, Cristo, Dios
tal como eres, a fin de que esta visión dichosa nos arrebate del abismo del infierno.
Para que cuando, oh Redentor, regreses
rodeado de los mártires con sus túnicas blancas,
nos incorpores plenos de gozo a esta dichosa asamblea.

 

Hymnodia Gotica (Blume), p.63 (sobre la versión de Arana Tarazona)
Breviarium Gothicum, XCI

***
Es un texto que podemos rezar en este Adviento y podemos comentar resaltando las ideas que más nos llamen la atención.

3 comentarios en “De un himno gótico de Adviento

  1. Un himno de exaltación y alegría por las dos venidas de Cristo. ¡Que dinámica esta doble visión de los tiempos!
    Ya nos vamos acostumbrando de tal manera al estilo y traducción de las oraciones litúrgicas góthicas que en su primera lectura, sin mirar el final, dudaba si era una creación actual o medieval. Van penetrando las oraciones y homilías recibidas hasta conformar una estructura filosófica de la fe y la esperanza. ¿también de la caridad? Ojalá, estas virtudes modelen nuestra conducta y acción. Sería acercarnos al Paraíso…

    Remarcar orando con este himno… casi un tratado…
    «ALEGRAOS… salud, pueblos de la tierra!
    Dirigid vuestra vista entre las estrellas, esperad la señal de la gloria.
    RESUENAN YA LAS VOCES de los profetas que anuncian la llegada de Cristo, preludio de la redención, de la gracia que nos ha redimido.
    VED QUE RESPLANDECE nuestra aurora y nuestros corazones se desbordan de ALEGRÍA al son de una voz fiable que anuncia a quien es nuestra gloria.
    Que la ALEGRÍA de salvación tan grandiosa que fue la redención del mundo nos inspire un cántico sublime de acogida.
    En su primera venida llegó no para castigar al mundo sino para SANAR sus heridas y SALVAR lo que estaba perdido.

    Y ahora la segunda venida nos advierte que Cristo está a las puertas, para ENTREGAR a los santos la corona y ABRIR los umbrales del reino de los cielos.
    Ya APARECE EL ASTRO salvador, promesa de una luz perpetua y un fulgor deslumbrante NOS CONVOCA a la herencia celeste. Nuestro único deseo es contemplarte a Ti, Cristo, Dios tal como eres, a fin de que esta VISIÓN DICHOSA nos arrebate del abismo del infierno.
    Para que cuando, oh Redentor, regreses
    rodeado de los mártires con sus túnicas blancas, nos incorpores PLENOS DE GOZO a esta DICHOSA asamblea.

    Empezaría de nuevo. Es mejor que un villancico…
    Buenos días amigos, que suerte…
    buenos días Adviento, ¡que regalo!

  2. Alegraos – nuestros corazones desbordan de alegría
    Esperar la señal de la gloria –
    Anuncio de los profetas –
    Qué resuene el cantico de acogida.
    Su luz será perpetua por la Navidad no es solo un acontecimiento sino algo que
    llevarmos en el corazón en todo momento desde su venida-.
    Cuando vuelvas, incorpóranos en la dichosa Asamblea.

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