Domingo de Adviento con el Bautista

San Juan Bautista es el precursor (cf. Hch 13, 24) inmediato del Señor,
enviado para prepararle el camino (cf. Mt 3, 3).
«Profeta del Altísimo» (Lc 1, 76), sobrepasa a todos los profetas (cf. Lc 7, 26),
de los que es el último (cf. Mt 11, 13),
e inaugura el Evangelio (cf. Hch 1, 22; Lc 16,16);
desde el seno de su madre (cf. Lc 1,41)
saluda la venida de Cristo y
encuentra su alegría en ser «el amigo del esposo» (Jn 3, 29)
a quien señala como «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1, 29).
Precediendo a Jesús «con el espíritu y el poder de Elías» (Lc 1, 17),
da testimonio de él mediante su predicación, su bautismo de conversión y,
finalmente, con su martirio (cf. Mc 6, 17-29).
Catec . 523

A la caída de la tarde releemos Lc 3,1-6
y rezamos con esta antigua oración hispana:

«Es digno y justo que te demos gracias,
Señor Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por medio de Jesucristo tu Hijo nuestro Señor;
a quien Juan, amigo fiel, precedió bautizando;
asimismo, preparando un camino al juez y redentor,
llamó a los pecadores a la penitencia,
y, ganando un pueblo para el Salvador,
bautizó en el Jordán a cuantos confesaban sus propios pecados.
No dando la plenitud de la gracia que renueva al hombre,
sino exhortando él a aguardar la presencia del piadoso Salvador.
No perdonando él los pecados de quienes acudían a él
sino prometiendo que se concedería más tarde
la remisión de los pecados a los creyentes,
de suerte que, descendiendo al agua de la penitencia,
esperasen el remedio de su perdón de aquél
que oían había de venir
dotado en plenitud de la verdad y de la gracia. 
  Cristo, pues, fue bautizado por aquél
con un elemento visible y el Espíritu invisible.
Y fueron muchos llevados a través de la obediencia a la misericordia,
por el hijo de la estéril al Hijo de la Virgen,
por Juan, el hombre grande, a Cristo, el Hombre Dios.
Al que adoran los Ángeles y los Arcángeles,
Tronos, Dominaciones y Potestades
diciendo así:  Santo, Santo, Santo…»

 

Mañana es la fiesta de san Nicolas
cuya celebración se encuentra
en los más antiguos calendarios hispanos.
Hoy, popularizado como Santa Claus,
sigue recordándonos ideas fundamentales:
el simbolismo del número tres,
el realismo de la entrega por los necesitados,
niños, pobres, gente con problemas…

AUDICIÓN: 
Maran athá, Veni, Domine Iesu:

***
Oración lucernaria en nuestra casa

Saludo
V. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, luz y paz.
R. Demos gracias a Dios.

Versículo
V. Se sonrojará la luna, se avergonzará el sol.
R. Cuando reine el Señor del universo.

Oración
V. Oremos.
Señor y redentor nuestro,
tú eres la piedra verdadera que se desprendió de la montaña
sin intervención de mano alguna
y se extendió por toda la redondez de la tierra,
profetizando que no quedará de lo que vemos piedra sobre piedra:
así como en tu primer adviento
viniste a nosotros en tu humanidad
y te dignaste reconciliar el mundo contigo en la paz,
en tu segunda venida,
cuando vuelvas con majestad y gloria,
haznos herederos de la paz eterna
a quienes invitas a guardar intacto el depósito de tu paz.
R. Amén.
V. Te lo pedimos a ti,
luz de los fieles y guía de los hombres,
que vives y reinas con el Padre y con el Espíritu Santo,
un Dios, por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Trisagio
V. Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
el que era, el que es, el que viene.
R. + Ten misericordia de nosotros.

***

Entrada en el Orden de las vírgenes de Adelina Crespo (Gothia)

 

1 comentario en “Domingo de Adviento con el Bautista

  1. Que bellas, que grandes, que emocionantes las lecturas de la eucaristía de hoy domingo.
    Que luminosas y esperanzadoras.
    Que importante que se declame con buenos lectores/as.
    Que caricia de los profetas y evangelistas.

    Que hermosos textos y oraciones en moz.es de hoy…
    regresando de Lorca, ayer concierto y fiesta de las luces de Hanuká en su judería arqueológica.

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