Domingo IV de Cuaresma: contemplar


<Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto,
así tiene que ser elevado el Hijo del hombre,
para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único
para que no perezca ninguno de los que creen en él,
sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo se salve por él>.

<Levantar la serpiente. El verbo “levantar” está en el centro del duro enfrentamiento entre Cristo y los fariseos,
descrito en el Evangelio.
En determinado momento Jesús afirma:
Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy».
Y “Yo Soy” es también el nombre que Dios había dado de Sí mismo a Moisés para comunicarlo a los israelitas.
Y luego está esa expresión que se repite: Levantar al Hijo del hombre…
La serpiente es símbolo del pecado; la serpiente que mata.
Pero, ¿una serpiente que salva? Ese es el Misterio de Cristo.
Pablo, hablando de este Misterio, dice que Jesús se vació a sí mismo, se humilló a sí mismo, se anonadó para salvarnos.
Es más fuerte aún: Se hizo pecado. Usando este símbolo, se hizo serpiente.
Este es el mensaje profético de las Lecturas de hoy.
El Hijo del hombre, que como una serpiente, hecho pecado, viene elevado para salvarnos>.

Papa Francisco

***

***
Un documento para conocer
sobre la institución
de lector, acólito y catequista…

2 comentarios en “Domingo IV de Cuaresma: contemplar

  1. A CRUZ cravou a morte para sempre. Santa pequena páscoa para todos nós pois SEM O DOMINGO NÃO PODEMOS VIVER -ALEGRAI_VOS LEATARE

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *