El obispo Lahiguera, venerable

Ha pasado un año

 A pocos días de la firma de Su Santidad Benedicto XVI del Decreto por el que se declaraba “venerable” a Monseñor García Lahiguera, el presbítero diocesano y profesor de Liturgia de la Facultad de Teología ‘San Dámaso’ de Madrid, P. Manuel González López-Corps, hablaba de esta gran figura sacerdotal.

P.- ¿Como te enteraste de la declaración de «venerable» de Mons. García Lahiguera?

R.- El sentir del Pueblo de Dios en Madrid ha sido siempre unánime: era un santo. Como él era hombre de pasos “quedos”, todo en su vida es silencioso y natural: llega calladamente cuando tiene que llegar, pero llega. Por eso, cuando me llamó la M. Pilar -General de las HH Oblatas de Cristo Sacerdote- con la alegre noticia, la recibí como algo grande y bueno que ya se espera”.

En la Congregación de San Pedro, a la que el Obispo venerable  pertenecía, siempre se ha tenido esa conciencia. La peregrinación anual a su sepulcro –en torno al 15  sept- se retomó al comenzar el trienio de preparación para el Año sacerdotal. El que se siga manteniendo es buena muestra de reconocimiento hacia aquel que marcó la espiritualidad del presbiterio madrileño.

Cuando se lee la doctrina de Mons. Lahiguera, uno reconoce que está en la senda firme y viva de la gran espiritualidad sacerdotal de Juan de Ávila y de otros maestros santos. Es natural que, habiendo participado de sus incomprensiones y sufrimientos en vida, participe en la eterna del premio de aquellos mismos hombres fieles. 

P.- ¿Cómo has acogido esta noticia?

R.- Con un triple sentimiento de gozo:

primero, con la alegría de constatar que merece la pena luchar por la santidad que es un empeño que no está de moda: se sobrevive buscando hacerse un sitio y sobresalir. El P. Lahiguera enseñó como actuó: sirviendo calladamente y dejando sitio para que crezcan los demás.

Segundo, con la certeza de saber de quien nos hemos fiado. La Iglesia reconoce que nuestra vinculación a él respondía a la verdad de la fe en Cristo Jesús vivida en la vocación al ministerio sacerdotal.

Y, tercero, con agradecimiento a Dios que puso en mi vida un marco de referencia eclesial y sacerdotal como él.

P.- ¿Qué crees que va a suponer esto para el clero de Madrid?

R.- Una valoración -y mayor conocimiento- de la obra del Padre Lahiguera en nuestra Diócesis; de sus hijas -las HH Oblatas de Cristo Sacerdote- y de la fiesta de la santificación sacerdotal que él promovió. También, un momento de gracia para volver al amor primero: Jesucristo Sacerdote, para «estar con Él y ser como Él», para «no conformarnos con menos que lo que Él nos reclama», como Mons. García Lahiguera gustaba repetir.

Y, en definitiva, un acicate para vivir con más autenticidad nuestra vocación y misión para el servicio del Pueblo de Dios.

 

1 comentario en “El obispo Lahiguera, venerable

  1. Yo lo queria mucho
    Era un santo. Tengo guardado como un tesoro un pañuelo suyo bordadas las iniciales J.M
    En una ceremonia celebrada en Valencia en la Iglesia de santa Catalina presidida por el se le cayó al suelo el pañuelo y yo dije no se lo doy porque para mi es una reliquia de un SANTO. El no se había dado cuenta que se le cayo
    Ahora que ya ha sido declarado VENERABLE. He querido decirlo. Esperemos que pronto sea canonizado

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