En la espera de la Noche Santa…

​Santo Entierro (C. H. Bloche)

La sal de la sabiduría y la señal de la cruz

[Después de que habían gustado la sal bendita, como sacramental hacia la salvación,] en la mañana del Sábado Santo los catecúmenos se reunían para el último escrutinio.
El obispo marcaba a cada uno con la señal de la cruz en la frente, extendía la mano sobre su cabeza y pronunciaba el último gran escrutinio:

“Tampoco tú ignoras, Satán,
que tu castigo está próximo,
que tu tormento está cerca,
que ha llegado el día del juicio,
el día de la condenación,
el día que viene como horno de fuego…
Por eso, da gloria a Dios, maldito…,
retírate y sal de este siervo de Dios,
que nuestro Dios y Señor Jesucristo
ha llamado hoy…
a su fuente, por el don del Bautismo”…

Los catecúmenos eran fortalecidos por última vez para la lucha inminente mediante la unción con óleo exorcizado…

(Bonifatia Brügge, ¡Escucha, Satán, tu sentencia!, en “Nuestra Pascua”, pp. 80s)

La redditio symboli,
la devolución del símbolo de la fe

[En la mañana del Santo y Grande Sábado] cada catecúmeno había de recitar el Credo, y así “devolvía” lo que le había sido “entregado”.

Según antiguas disposiciones sobre los escrutinios (Gelasiano I, 42), en la mañana del Sábado Santo tenía lugar también la abrenuntiatio Satanae, la renuncia a Satanás.
En el Sábado Santo los catecúmenos… pasaban la jornada en la oración y el ayuno.

Al brillar el lucero de la tarde se congregaban de nuevo con los fieles y, cuando aparecía el sol en el Oriente, se hallaban ya, con blancas vestiduras y cirios encendidos, entre los plenamente iniciados, limpios de toda mancha en aquel baño sagrado en que “se celebra la muerte y la resurrección” (Gelasiano I, 25).

(Bonifatia Brügge, ¡Escucha, Satán, tu sentencia!, en “Nuestra Pascua”, pp. 81s)

 

Descenso de Cristo al Abismo
para rescatar a la humanidad toda.
Anástasis en al
Beato de Gerona (códice mozárabe).

3 comentarios en “En la espera de la Noche Santa…

  1. En este segundo día del Santo Triduo oramos con la Iglesia que espera:

    Oh Señor, que junto a tu cruz y a tu sepulcro tuviste a tu Madre dolorosa que participó en tu aflicción, haz que tu pueblo sepa también participar en tu pasión.
    Señor Jesús, que como grano de trigo caíste en la tierra para morir y dar con ello fruto abundante, haz que también nosotros sepamos morir al pecado y vivir para Dios.
    Oh Pastor de la Iglesia, que quisiste ocultarte en el sepulcro para dar la vida a los hombres, haz que nosotros sepamos también vivir escondidos contigo en Dios.
    Nuevo Adán, que quisiste bajar al reino de la muerte para librar a los justos que, desde el origen del mundo, estaban sepultados allí, haz que todos los hombres, muertos al pecado, escuchen tu voz y vivan.
    Cristo, Hijo del Dios vivo, que has querido que por el bautismo fuéramos sepultados contigo en la muerte, haz que, siguiéndote a ti, caminemos también nosotros en una vida nueva.

  2. Iglesia que espera. María espera. Meditación sobre su dolor y rezo del rosario esta mañana en la Hora de Madre de las Oblatas, como todos los años. Dolor por nuestros pecados que han llevado al sacrificio de su Hijo en la Cruz.
    Seguimos nuestro camino, despacio, pensativos, escuchando, orando.
    Silencio.

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