Gente de Dios…

Hablando de los Padres y Doctores de la Iglesia,
conviene recordar que eran hombres de oración.
Su actividad, su creatividad y las obras que realizaron
brotaban de su espíritu de contemplación.
Un ejemplo edificante de ello es san Isidoro de Sevilla.
Así, nuestros compromisos diarios y
nuestra atención a las necesidades de los demás
deben inspirarse en nuestra oración.

(Benedicto XVI)

3 comentarios en “Gente de Dios…

  1. Que visión tan eterea de un creador como san Isidoro la de Benedicto XVI.

    Acaso no se esforzó, agitó, arriesgó, (mirar el índice de sus escritos) entró en crisis vital y mortal… para crear una Escuela, tras estudiar hasta el agotamiento para escribir las Etimologías, convertir a Recaredo, entre otros, del arrianismo, adoctrinar a príncipes y nobles. Crear, fomentar y presidir varios Concilios de Toledo, codazos, zancadillas, pactos, triunfos en la liturgia y la política y economía de la pujante y creativa iglesia hispana para sentar bases y normas a monasterios, abadías, diócesis y catedrales. Y un extenso etc… y…
    con equilibrio, brío, oración, inteligencia y audacia. Haciendo discípulos…

    Acaso Gothia y Mozarabia no tienen un similar recorrido?. Releer la separata de la biografía de Gothia/ Manuel Gonzalez Lopez-Corps. Es solo el producto de vida contemplativa? o de ingenio, sudor, ilusión, estudio, creación, afecto, riesgo y audacia…? También obra del Espíritu Santo, porque lo quiere, a través de su creador y de aquellos que le han seguido y apoyado.

    Disculpar el tono agresivo, me sale en este desastre de iglesia que nos toca vivir, que nos pone a prueba y que me enerva cuando se deshumaniza por la via de la «visión pietista» .
    El sacerdote que se mantiene en equilibrio es un héroe, el seglar… lo mismo. Se nos pide mucho, entre otras cosas equilibrar contemplación y acción.

  2. RELIGIÃO——-relação ,ligação.Para que isto possa acontecer é necessário dialogar com o PAI isto é ORAR,isto configura-nos com o MESSIAS.

  3. No hay nada que me parezca más REAL y EFICAZ que la ORACIÓN.

    Estoy en total acuerdo con Benedicto XVI: lo que no brota de la contemplación de Dios es solo nuestro, producto de que nos creemos capaces de hacer las cosas sin Dios, es decir, nuestra soberbia original.

    Sin la oración, somos nada, porque sin ÉL, SIN CRISTO, somos NADA.

    Lo dice perfectamente san Pablo:¿Qué tienes que no hayas recibido?

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