La efusión del Espíritu

Incisión en un «cuerno de pastores»: el árbol de la vida

***

Hijos somos.
¡Corramos al Padre!…
No temas que no te reciba,
pues Dios no se complace
en la perdición de los vivientes (Sab 1,13).
Cuando camines hacia Él,
te saldrá al encuentro…
te dará el ósculo,
prenda de su bondad paternal y de su amor,
y hará traer el vestido nuevo,
el anillo y las sandalias.
¿Temes encontrar recelo?
Él te restituye en tu dignidad.
¿Te acobarda el miedo al castigo?
Él te recibe con un beso.
¿Temes el reproche?
Él te prepara un magnífico banquete
(san Ambrosio, Parábola del hijo pródigo).

Las llagas gloriosas de Cristo en un escudo franciscano del s. XVI

***

En el misterio de la Ascensión celebramos la intercesión del Señor Jesús
ante Dios Padre para asegurarnos la efusión del Espíritu
que nos santifica.
Sus llagas -ahora gloriosas- son la prueba del amor de Dios hacia nosotros.
Son la certeza de la presencia del Espíritu en nuestras vidas.
AUDICIÓN:
Veni Creator Spiritus (Himno de Vísperas en latín):

​Rezamos con esta versión española la antigua oración de la Iglesia
en estos dias tras el Jueves de la Ascensión:

Ven, Creador Espíritu,
al alma de tus fieles,
y llena con tu gracia
todos los corazones.

Paráclito divino,
oh Don de Dios altísimo,
Amor, Fuego, Fuente viva,
Unción de los espíritus.

En nombre de Dios Padre,
dirige nuestras almas:
infúndenos tus Dones,
inspira las palabras.

Tu Luz nos ilumine,
el corazón abrasa,
y nuestro ser, tan débil,
conforta con tu gracia.

Ahuyenta al Enemigo
y da la paz al alma;
a tu inspiración dócil,
del mal es preservada.

Saber por Ti del Padre
y conocer al Hijo,
creer en Ti, concédenos,
de ambos el Espíritu. Amén.

Misa hispano-mozárabe en la catedral de Sigüenza (2019) presidida por el entonces Primado de España

 

2 comentarios en “La efusión del Espíritu

  1. Bella versión en su sencillez del conocido canto «Veni Creator Spiritus escrito por Rabano Mauro en el siglo IX. Mauro (Rabanus Maurus) fue un monje benedictino educado en la Abadía de Fulda, fundada por San Bonifacio (Winifred) un siglo antes. Aparte de nuestro canto canto, Mauro escribió varias obras muy valiosas como, por ejemplo, una de las primeras enciclopedias medievales, a imitación del Etimologiae de San Isidoro. Fue ciertamente un hombre polifacético

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