Inscripción de una profesión de fe visigótica
Cuando recitas el Credo,
¿lo haces verdaderamente? ¿Sabes lo que estás diciendo?
¿Hay una diferencia entre creer que hay un Dios y creer en Dios?
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HOY celebramos la Misa en Rito Hispano
en la Basílica madrileña de La Concepción
19 h Metro Velázquez
¡No olvidemos a nuestros hermanos enfermos!
Muchos acuden a Lourdes con esperanza.
Mantengamos esa virtud con nuestro apoyo,
visitas, oración..
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Es un buen día para leer algo sobre el sacramento
de la Unción de los enfermos
y, evitar que se celebre solo como «Extremaunción».
La Unción de los Enfermos une a Dios con el sufrimiento del hombre a través de su compasíon. El aceite del consuelo fortaleza y reconforta a la persona que la recibe, tanto el gravemente enfermo como a la que se siente necesitado de este consuelo y un sacramento en el que participa TODA la Iglesia que encomienda al que lo recibe. Es un sacramento de vivos que se puede recibir varias veces según dicten las circunstancias. Es como un escudo que proteje al final de la vida, no solamente en el momento de morir.
«Cuando recitas el Credo, ¿lo haces verdaderamente? ¿Sabes lo que estás diciendo? ¿Hay una diferencia entre creer que hay un Dios y creer en Dios?»
Parece una pregunta de un catequista enojado y sin paciencia.
Pues llevo el día pensando en ello.
Y saber, saber, lo que uno dice, es «mucho decir».
Creer en el Espíritu Santo es muy fácil, pues es Él el que habla dentro de ti sobre todo lo anterior.
Creer en Jesucristo Nuestro Señor… y todo lo que dice el Credo, solo es posible si hay un encuentro personal de fe, así que hoy pienso hacer una variante. En lugar de decir «creo» voy a decir «quiero» a Jesucristo Nuestro Señor.
Y lo de Dios, el inicio, son palabras mayores. Es lo menos cristiano. Es lo de todo creyente desde la prehistoria.
Somos atrevidos cuando iniciamos esta oración así.
Vale como prueba de catecúmeno antes de dejarte entrar en la eucaristía, pero «tiene trampa» ontológica. Tal vez por eso la pregunta inicial del catequista sin paciencia.
Habría que ponerlo al final…. y creo en Dios, el Padre de nuestro Señor, del que conocemos algo a través de su Evangelio y del que habla el Antiguo Testamento por medio del Espíritu Santo.
Con bastante humildad y un poco agazapados.