<Magnificat>: oración vespertina


La Iglesia occidental incorporó
a la oración de la tarde (Vísperas)
el cántico evangélico
que Lucas pone en labios de María.
La que estuvo en aquella tarde del Viernes Santo
cabe la Cruz de su Hijo
nos enseña a mirar con esperanza
las cruces de cada día.
Este texto recibe su nombre (Magníficat)
de la primera palabra de inicio
en la versión latina,
en español podría traducirse como
<Proclama…>, <Engrandece>, etc.
Conviene aprender de memoria,
difundir y cantar esta alabanza
que nos enseña la Virgen:

<Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humildad
de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén>.

AUDICIÓN:
Cantiga de Santa María: «A Madre de Jesu Cristo»

***
Meditación personal:
«Yo estoy llamado a ser alguien
o a hacer algo para lo que nadie más está llamado;
tengo un lugar en el plan de Dios
y sobre la tierra de Dios
que no tiene nadie más.
Ya sea rico
o pobre,
despreciado
u honrado por los hombres,
Dios me conoce
y me llama por mi nombre».
S. JOHN HENRY NEWMAN

***

Mañana se celebra la memoria del santo Patriarca Abrahán.

Nuestra antigua liturgia hispana,
-en el tiempo de Pascua-
dice que Jesucristo:
<Estaba prefigurado en Noé no sólo como piloto del arca,
sino también de la Iglesia;
estaba en Abrahán como fiel culmen de la estirpe patriarcal;
en Isaac como misterio de su gloriosa inmolación;
en Jacob como inmejorable ejemplo de paciencia;
en todos los santos como plenitud de toda justicia>.

***
Un testimonio sobre el Campus Gothia Zamora ’22:

A un mes del Campus Gothia en Zamora

El viernes 7 de septiembre de este año 2022, partíamos hacia Zamora unas 80 personas en dos autobuses.
Contentos e ilusionados comenzábamos este campus algo diferente a los de años anteriores pero fiel a los objetivos para los que fueron ideados, es decir, nos esperábamos un fin de semana para la convivencia, el estudio y la oración.
En el autobús rezamos las vísperas del viernes y también el santo rosario, fueron nuestras primeras oraciones juntos.
Al llegar a Zamora nos repartimos hacia los distintos alojamientos preparados, allí nos esperaban nuestros hermanos de Zamora, serviciales, para ayudarnos con el equipaje.
Nos reunimos todos para la cena y compartimos las primeras impresiones.
A las 11 h. nos preparamos para la celebración en la misa mozárabe en rito hispano mozárabe en la catedral, donde su deán, el P Juan Luis Martín Barrios, nos dijo unas palabras de bienvenida.
En el salón de actos del seminario tuvo lugar la parte formativa del campus con la charla de María José Miranda Pardo con los temas “Características específicas de la arquitectura mozárabe en Zamora” y la llegada de los mozárabes a Zamora. Es de destacar como en el Beato de Tábara (S. X) aparece un scriptorium en la torre del monasterio de San Salvador de Tábara donde observamos que la puerta por donde se accede a esta torre está formada por un arco de herradura. Este beato se conserva en el Archivo Histórico Nacional.
A continuación el P. Manuel González López-Corps habló sobre el “Ordo misae en el rito hispano-mozárabe” donde se especifica el orden de la misa, quedando muy claro que lo principal lo constituyen dos mesas, la del Pan y la de la Palabra, siendo el libro bíblico por excelencia en la misa hispana el Apocalipsis y que el pueblo responde principalmente con tres aclamaciones:

– Hagios o trisagio: santo, santo, santo.
– Amén: es así, me comprometo, lo creo.
– Aleluya: alabad a Yahvé.

Laus tibi Christe: alabanza a ti, oh Cristo.
Concluyendo que la mejor formación litúrgica es la celebración bien hecha.
La mañana estuvo cargada de formación, pero nos esperaba una tarde intensa con la visita a la iglesia visigótica de San Pedro de la Nave, cerca de Zamora. Tres personas nos ayudaron a comprender lo que nuestros ojos contemplaban: Ángela Franco Mata, el P. Manuel González y David Montero Briz: el orden de los espacios, la belleza de los relieves y su función didáctica. Conscientes de este mundo y anhelantes de la Jerusalén celestial entonamos una nueva alabanza, alabanza a ti o Cristo rey de la eterna gloria, posteriormente nuestro maestro de música Santos Carmelo Santamaría la había enriquecido con una polifonía y ahora la cantamos en las misas mozárabes de los martes.
La jornada continuó con las visitas a las distintas iglesias románicas de Zamora hasta concluir con el rezo de vísperas en la iglesia de san Ildefonso donde se encuentran los restos de este santo junto al arca con los de san Atilano.
Al día siguiente partimos para Villarín de Campos donde su párroco, el P. Santiago Martín Cañizares nos animó a conocer algo más de la vida y de la obra de san Ildefonso de quien los mozárabes aprenden la devoción a la Virgen María.
El templo nos impactó con su retablo lleno de luz dando color a los santos y nos preparó para celebrar la misa cristiano si al mismo cielo nos trasportara.
No muy lejos de allí nos esperaba la comida, cerca de Toro. Fue una degustación de los manjares sencillos de la tierra bien regada con los caldos de la misma, hemos de reconocer que cuando todo esto lo unimos a la conversación animada y festiva, el tiempo parece más breve.
Zamora merece otra visita, pero sobre todo a Toro hay que volver… por lo menos a conocer su colegiata.

Josefina Caño Hidalgo

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