Oraciones visigóticas

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Santa Madre de Dios,
que al anuncio del ángel 
has concebido la  Palabra,
y madurando por la fe el don recibido,
de tu propio cuerpo 
engendrabas el cuerpo del Hijo,
temerosa por la  sagrada presencia,
pero confiada en la gracia recibida:
atiende los deseos
del pueblo que te invoca;
distribuye generosa entre nosotros
los tesoros de tu bondad.
Y Tú que para nuestro consuelo
nos reúnes ahora en tu regazo materno,cuando termine nuestra peregrinación ,
condúcenos incólumes a Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro.
Amén.
 

3 comentarios en “Oraciones visigóticas

  1. Nuestra Señora de la Esperanza, ejemplo de obediencia y docilidad, aquí estamos tus hijos para pedirte ayuda y consejo. Aunque tu respuesta ya la sabemos, Madre: «Haced lo que Él os diga».
    Me atrevo a preguntarte algo más: ¿Qué haría Él?
    En estos tiempos difíciles, de toma de decisión inminente… en la que los cristianos, si somos coherentes, valientes, audaces… ¿nos atrevemos a dejar que Dios actúe? ¿Que Su Santo Espiritu incline nuestro corazón, a la búsqueda de una Iglesia, que no teme el precio a pagar, en unos momentos decisivos…?
    ¿Qué nos mueve a negar a Jesús…tambien nosotros?
    ¿Y la Providencia divina? ¿No pesa en nosotros, la confianza en ella?
    Los que se lanzaron a atravesar el desierto tuvieron dificultades, pero confiaron, siguieron adelante…
    «Mirad que Yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero ¡cuidado con la gente!…» Por favor, seguid leyendo el Anuncio de persecución de Mt 16ss. Más adelante dice el Señor: «No tengais miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma».
    «Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea».
    ¿Qué haría Él? Gracias por tu respuesta, Madre.
    ¡Santísima Virgen María, que nunca perdamos la Esperanza!

  2. ¡Qué acertada está Lupe (como siempre)!
    ¡Qué grandes guías nos dejó Jesús en sus padres que se escogió en esta tierra!
    Aprendemos de ellos, entre otras muchas cosas, la paciencia para soportar con caridad los contratiempos de este mundo. Mirando a los cristianos de Siria, Irak, Kenia, Nigeria, Pakistán, …, vemos su reflejo.
    No dejemos de mirar a la Sagrada Familia para saber cómo actuar.
    Gracias Lupe por tu mensaje de coherencia.

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