Participando cada MARTES en nuestra antigua liturgia hispana

Sólo celebramos y vivimos bien la liturgia
si permanecemos en actitud orante,
no si queremos «hacer algo»,
hacernos ver o actuar,
sino si orientamos nuestro corazón a Dios
y estamos en actitud de oración
uniéndonos al misterio de Cristo
y a su coloquio de Hijo con el Padre.
Dios mismo nos enseña a rezar,
afirma san Pablo (cf. Rm 8, 26).

Él mismo
nos ha dado las palabras adecuadas
para dirigirnos a él,
palabras que encontramos en el Salterio,
en las grandes oraciones de las sagrada liturgia 
y en la misma celebración eucarística.
Pidamos al Señor
ser cada día más conscientes del hecho
de que la liturgia es acción de Dios y del hombre;
oración que brota del Espíritu Santo y de nosotros,
totalmente dirigida al Padre,
en unión con el Hijo de Dios hecho hombre
(cf. Catecismo, n. 2564)

 

3 comentarios en “Participando cada MARTES en nuestra antigua liturgia hispana

  1. La bella imagen del Beato es el ángel y la Iglesia de Sardes, una de las Siete Iglesias de Asia menor en el libro del Apocalipsis. Según las Escrituras, la iglesia en Sardes estaba muerta, (dormida), aunque tenía nombre de que vivía, Sardis=sobrevivientes (escapados).

    Liturgia es «acción de Dios y del hombre», oración que «brota del Espíritu Santo y de nosotros». Eso dice el catecismo…
    Acción, hacer… nosotros también, requisito imprescindible.

    ¿Liturgia es adormecerse distraido a la espera que te «echen de comulgar»?
    Creo que es participar activo. «Hacer algo» no es reprobable sino deseable.
    Acción y contemplación. Todo está lleno de gestos, actitudes corporales y mentales, palabras, cantos y movimientos… para pedir, ofrecer y asentir la fuerza del Espíritu Santo en el Memorial.

    «Cumplir o dejarse ver» es el defecto para criticar los domingos parroquiales.
    MMM .. martes, llegar de lejos y a tiempo en una ciudad compleja implica, necesita participar… «hacer algo».
    Ni tibio como Laodicea, ni dormido como la de Sardes.

  2. Yo subrayaría lo que han escrito de «no es «hacer algo»,
    hacernos ver o actuar,
    sino si orientamos nuestro corazón a Dios
    y estamos en actitud de oración
    uniéndonos al misterio de Cristo».
    Dejarnos hacer…. es difícil pero importante.
    Es la labor del Espíritu en nosotros:
    moldearnos a imagen de Jesús.

  3. He tropezado esta referencia por si alguien lo encuentra, lo lee y comparte:
    R. Barroso Cabrera, R. – J. Morin de Pablos, El Árbol de la Vida. Un estudio de iconografía visigoda: San Pedro de la Nave y Quintanilla de las Viñas, Madrid 1993.

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