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El primer domingo de Cuaresma es el comienzo del venerable sacramento de la observancia cuaresmal anual.
En la misa de este día hay elementos que subrayan su importancia, por ejemplo, la procesión de entrada con el canto de las letanías de los santos.
En muchas catedrales el obispo celebra dentro de la misa del domingo primero de Cuaresma
el rito de la elección o inscripción de los catecúmenos que han de ser bautizados en la Pascua
(cf. FFPP 23).
El evangelio presenta a «Jesucristo que,
en el interior del desierto,
por otros tantos cuarenta días,
venció todas las tentaciones del diablo»
(Oratio admonitionis).
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«En los últimos tiempos del Antiguo Testamento, el desarrollo de la literatura apocalíptica, comenzando con el libro de Daniel, llegará más o menos explícitamente a la idea que la realidad presente del mundo visible, aunque enteramente creada por Dios y permaneciendo bajo su mano, refleja el conflicto espiritual que opone las «potencias» que han permanecido fieles al Creador a las que se han rebelado. En el judaísmo, esto se traducirá por la idea de los dos espíritus, el bueno y el malo, por los cuales el hombre está sin cesar solicitado. Se esperará, por otra parte, en el «siglo futuro» que Dios mismo restaure su reino sobre el mundo, hoy día parcialmente usurpado por las potencias rebeldes.
El Nuevo Testamento, como atestiguan sobre todo los evangelios de Marcos y de Juan, presentará la obra de Cristo como esta restauración.
En el Rito Hispano es el día de la «signatio» o cierre de la fuente bautismal.
En este tiempo de penitencia no se celebra el Bautismo
-a no ser en caso de extrema necesidad-
por ser un tiempo de preparación a los sacramentos pascuales.
El baptisterio se volverá a abrir para la bendición del agua
en la solemne Noche santa de Pascua.
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En este primer domingo de Cuaresma
nuestra oración en sufragio por el P. Manuel
que ha pasado hacia la casa del Padre con 93 años.
El Señor Jesús acoja al que fue instrumento del Espíritu
entre nosotros.
(Dios nos dice : ¡tú eres mi Hijo amado, en tí me he complacido!.
Antes de toda obligación o deber impositivo, antes de toda ley o ayuno, en el principio de la cuaresma cristiana se encuentra la experiencia de la gracia.
Decir a los hombres que son “hijos queridos»)
Y después podemos rezar «Padre nuestro…»
Y después las Letanías con un salterio.