Enciende la primera vela de Adviento.
Reza una oración y lee un texto de la Biblia.
Haz un par de propósitos personales:
Que mi casa sea un espacio abierto y de acogida (¿nombres?).
Dedicaré al Señor tiempo concreto de este Adviento.
Y propósitos dos comunitarios:
– Intentar asistir a la Vigilia de la Inmaculada (7 dic.)
– El martes 11 de diciembre a las 19’00 h:
cita en la Basílica de la Concepción
c/ Goya 26 Madrid (Metro: Velázquez)
VIGIAI e ORAI em todo o tempo para que possais livrar-vos de tudo o que vai acontecer e comparecer diante do FILHO do HOMEM
La Palabra de Dios de este último día del año litúrgico nos habla, en el libro de la Revelación o Apocalipsis, del «árbol de la vida» (cf. Ap 22, 1ss). Con la liturgia de la Iglesia confesamos que el árbol de la vida es la Cruz del Señor. Es un magnífico pensamiento cuando pongamos nuestro Misterio de Belén -en el que no debe faltar un pequeño árbol- o cuando decoraremos en Árbol -en el que no debe faltar una imagen de Jesús.
Hoy me he quedado pensando en la homilía que he oído en la misa del Jesuíta P. José Mª Rguez. Olaizola, ya que nos ha dejado caer una pregunta:
¿Cómo sería nuestra vida y cómo sería el mundo, si cada uno de nosotros nos rigiéramos por el Evangelio???
Jesús nos advierte:
“Estad despiertos …
Ya que son muchas las cosas que nos distraen de lo que es verdaderamente importante.
Una manera sencilla y a la vez profunda de inciar el Adviento. No hace falta mucha ceremonia. Solo abrir el corazón a ese niño que vendrá al final de estas cuatro semanas de preparación.